Iron Hide, Silk Heart | Eric Coulter Fan Ficción

#11: Salvaje

Cuando coloco el vodka de vuelta en el freezer, me volteé y Eric estaba parado a solo centímetros, una caliente, animal mirada en sus ojos.

"¿Y si quiero averiguarlo ahora?"

"¿Huh?" pregunté, su comportamiento confundiéndome.

Él colocó sus manos a cada lado de mí en el mostrador, acorralándome.

"Tú empezaste eso ¿sabes? Dándome esas miradas de 'ven y búscame', vertiendo esa agua sobre tu cabeza. Es casi como si me estuvieras pidiendo que te folle hasta que no puedas más." Gruñó.

Su cuerpo estaba presionado contra el mío, me quedé helada, sin palabras para decir. ¿Estaba hablando en serio? quiero decir, sí, tenía un pequeño crush con él. ¿Pero no estaba esto completamente contra las reglas?

"Eric, pienso que deberíamos tomar algo y seguir jugando."

Sus ojos perdieron su ardiente mirada de lujuria y volvió a una aburrida mirada.

"Bien." Dijo, llevándome de mi antebrazo al sofá.

Y de repente, estaba acostada en mi espalda con Eric sentado a horcajadas sobre mí.

¿Qué demonios?

"Eric, ¿qué estás haciendo?" pregunté cuando él agarró mis manos y las puso sobre mi cabeza.

Sus ojos se tornaron casi negros mientras se quedaban en los míos. Danzaban salvajemente sobre mi cara.

"Cállate y bésame." Ordenó, y sus labios chocaron con los míos.

El shock me hizo saltar, e intenté sacar mis manos. Pero segundos pasaron como horas, y el hormigueo en mi pelvis solo acompañó el mareo en mi cerebro mientras me sucumbía a él.

Lo besé ansiosamente.

Sus manos soltaron las mías y agarraron mi cintura mientras él me besaba con lujuria hambrienta. Mordió mi labio inferior y me hizo gemir ligeramente en su boca. Esto a cambio lo hizo gruñir y que me besara más fuerte.

Mis sentidos eran aumentados por su dominante naturaleza animal y moví mis caderas contra las de él. Incluso aunque estaba medio borracha, sé que lo quería. ¿A quién estaba engañando? sus labios se sentían maravillosos contra los míos.

Él se alejó lo suficiente para remover su camiseta y tirarla. Luego su boca se conectó con mi cuello y él dejó mordidas hasta mi clavícula. Era demasiado, sentía que iba a explotar y tener un orgasmo ahí mismo. Ha pasado tanto tiempo desde mi última relación sexual, mi cuerpo estaba preparándose para explotar.

"Eric..." suspiré, mi respiración era fatigosa.

"Hmm." Tarareó desde detrás de mi oreja.

Sus besos ahí me hicieron estremecerme.

"Necesitamos ir más despacio, voy a explotar."

"Suena bien para mí." Dijo contra mi cuello.

"No realmente. No puedo respirar. Por favor detente." Supliqué, ahora arañando su pecho.

Él gimió fuertemente contra mi garganta y reluctantemente se sentó, pasando sus dedos por su pelo. Recuperó su aliento mientras yo recuperaba el mío, y me sonrió.

"¿Qué?" pregunté, metiendo un mechón suelto de pelo detrás de mi oreja.

"Asique sí eres virgen." Alardeó.