one ;

808 95 7
                                    

—Mamá, por favor, ya sé todo lo que tengo que hacer. Puedes irte. —Expresó al momento el cual la madre de Calum lo abraza una vez más. Ya eran más de cinco abrazos en menos de diez minutos.

—Pero Calum, te voy a extrañar. —Manifestó limpiándose las cálidas lágrimas que brotaban de sus ojos.

—Lo sé mamá, yo también lo haré pero ya tienes que irte necesito mi espacio. —Su madre lo había ayudado a trasladar sus valijas al cuarto de su hijo compartido por otra persona más.
Habían llegado hace media hora al ambiente y Calum era uno de los primeros, todavía su compañero de cuarto no había arribado el lugar y el moreno esta compensado por eso.

Al joven le parecía algo pequeña la zona pero no le afectaba tanto, necesitaba recorrerlo pero primero, deshacerse de su madre. Su padre tenía trabajo por eso no estaba allí con ella y su hermana no tenía ni idea en donde se encontraba.

Dejó las valijas a un lado de las camas y se dio vuelta para ir con su madre y llevarla a la salida. Ella lo abrazó por última vez y salió por la puerta que había entrado mientras Calum la miraba apoyado en la puerta. Resopló satisfecho y volvió a su piso para comenzar a adecuar su parte del cuarto a su comodidad.

Abrió el cierre de sus valijas y quitó todos los objetos que estaban dentro de ésta dejándolos cerca de la maleta.

El muchacho escuchó los pasos al otro lado de la puerta y situó sus ojos a la entrada de la habitación esperando a que la abran y pueda ver de quién se trataba su compañero de cuarto, si es que aquellos pasos eran de su compañero, por supuesto. Como lo predijo, la puerta se abrió y se logró notar a un joven algo alto, rubio e indudablemente atractivo.

• • •

Tomó las llaves de su auto y se encaminó al mismo con el peso de las maletas en su hombro, cuando se situó cerca del vehículo, dejo el equipaje al lado de su pie izquierdo y con las llaves puestas en la cerradura de éste, zarandeó el elemento plateado dejando que se abra la puerta del conductor. Se apoderó de las valijas y las colocó a su lado, en el asiento del co-conductor.

Arrancó el auto y comenzó a dirigirse hacia el club poniendo inicio a la radio dejando que la sintonía ceda en el ambiente. El viaje no era tan largo por lo que no se apuró a llegar al lugar.

No tenía ganas de pensar en lo que iba a ocurrir ahora en más, sólo en terminar lo más rápido que pueda la estadía en el lugar y volver su vida a lo que era antes. Dejó de pensar en lo ocurrido cuando su canción favorita comenzó a iniciar en la radio y movía sus pies al compás del ritmo. Algunas cuadras más y llegaba al lugar.

Agarró su celular y miró la pantalla fijándose la hora, en diez minutos tenía que llegar allí. Apuró el ritmo del motor y en menos de cinco minutos ya se encontraba en la entrada del Club.

Estacionó el coche en el aparcamiento que se hallaba en la entrada del lugar y luego de eso salió con las maletas en mano y recordó el número de su habitación "34". Subió las escaleras que daban al pasillo de las habitaciones con sus números en el centro de la robusta madera, hasta que luego de caminar algunos metros llegó hasta su habitación.

Sin más que hacer, abrió la puerta y adentro de ésta se encontró con un joven chino y moreno. Algo atrayente para el sudoroso rubio.

• • •

control ⊹ cakeWhere stories live. Discover now