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Calum se encontraba mirando a las estrellas a altas horas de la madrugada, no había problema con el frío ya que no había tanto. Estaba metido en su propio mundo mientras miraba a las estrellas y sonreía al recordar sus noches mirandolas junto a su familia.

Todo había cambiado desde que el moreno se presentó aquella noche donde sus padres lo echaron de la casa al saber que Calum había renunciado a sus estudios.

En aquél momento eso le había dolido al moreno, no sabía que hacer con su vida y estaba completamente sólo. Recordaba que la primer noche tuvo que dormir en una plaza luchando por su vida ya que el frío lo consumía lentamente.

Al otro día en ese mismo lugar había conseguido trabajo al presentarse un joven a su lado y decirle que trabajara junto a él para por lo menos, tener algo de dinero y pagar la renta de una casa.

Y ahora se encontraba en su propia casa, rebuscando en su mente momento felices junto a Luke.

Al pensar sobre el rubio, su corazón se hundía en una extraña culpabilidad ya que lo había dejado completamente sólo todos estos meses y no sabía si por lo menos había superado algo de sus problemas y miedos, no sabía como se sentía en estos momentos y lo que menos sabía, era si lo había superado a él.

Lo extrañaba tanto, extrañaba su voz, sus risas, sus enojos, sus caricias. Todo lo que tenga que ver con él lo extrañaba.

Se sentía tan mal al no tener alguna noticia de él, quería tenerlo con él y darle un fuerte abrazo demostrando todo lo que lo extrañaba y no superaba.

También recordó el cuaderno en donde proyectaba toda su mente en él, recordó quedar maravillado al ver cada uno. Le imprisionaba la forma que dibujaba, tenía un don con sus manos y el lápiz.

Entonces algo se prendió en su cabeza, el celular. Luke tenía un celular que usaba a escondida de los directivos ya que estaba prohibido llevarlo al instituto.

Se paró rápidamente del suelo y corrió dentro de su casa como si su vida dependiera de eso, y sí. Su vida dependía de hacer aquél llamado.

Al estar dentro se dirigió a su maleta y rebusco en ésta el papel donde había dejado el número del rubio. Cuando lo encontró, marcó los números escritos y dudó si hacer el llamado o no.

Terminó entonces, apretando la tecla de llamar esperando que del otro lado atendieran.

Luke estaba acostado en su cama empezando un nuevo cigarrillo, sus dibujos últimamente eran la mierda misma y eso hacía enojarlo.

Calum no estaba más para calmarlo y también odiaba eso. Odió ser lo peor en su vida porque ahora estaba tan mal y no tenía nadie a quién decírselo y poder confiar.

Sus pensamientos fueron callados al sentir que su celular sonaba recibiendo una nueva llamada, le pareció raro que lo llamen a esta hora, el único que lo llamaba era Matt pero a estas horas se encontraba durmiendo ya que tenía que levantarse temprano para la Universidad.

Se bajó de la cama y tomó su celular que no paraba de sonar, revisó la pantalla esperando que sea Matt pero no. Era un número que no tenía agendado y por ende, no sabía quién era.

Atendió sin ganas esperando que sea algún número equivocado y esperó a que alguien hable del otro lado, como pasaban los segundos y nadie hablaba decidió hablar él.

—¿Hola? —Al terminar, sollozos empezaron del otro lado y eso hizo estremecer al rubio. No sabía quien mierda iba a llamar a las cuatro de la madrugada y lo peor, llorando.

El moreno no pudo aguantar las lágrimas y cayó llorando al escuchar la hermosa voz del rubio, estaba claro que lo extrañaba.

Luke. —Dijo lo más claramente que pudo, quería que el nombrado le entendiera.

Al escuchar aquella voz sintió como su corazón se achicaba, pensó estar en un sueño ya que entró en un completo shock. Calum estaba del otro lado de la línea.

—¿Calum? Dime que esto no es otro maldito sueño. ¿Eres tú? ¿Mi Calum? —Sin darse cuenta Luke había comenzado a llorar frente al telefono, Calum sacaba todo de él.

No Hemmings, no es un sueño. —Rió mientras intentaba parar de llorar. —Soy yo, Calum.

—Maldita seas Calum, no sabes todo lo que te extraño. Esperaba tanto que me llames, quería escuchar tu voz aunque sea una vez más y por fin mi sueño se cumplió. Estoy tan agradecido de que no te hayas olvidado de mi durante todos estos largos meses, yo te extraño desde el primer momento que pisaste un pie fuera de éste lugar. Desde ese día mi vida se convirtió en una completa mierda. —No pudo resistirse y las palabras salían solas de su boca. —Ya no te tenía a ti para que calmes mis demonios, ya no tenía a mi Calum para hacerme reír y enojar. Te había perdido y todo fue por mi culpa. Ni siquiera merezco que me estés hablando en estos momentos. —El moreno escuchaba aquellas palabras como un puñal en su corazón, la ronca y triste voz de Luke hacia sentirse una completa mierda.

—No digas eso Luke, no sabes todo lo que te extrañé. Tenía que pensar que iba a hacer con mi vida luego de todo lo vivido, tenía que enfocarme en lo bueno para mí. Sé que fue tan egoísta de mi desaparecer de tu vida de un día para otro pero necesitaba salir de tanta tristeza que se acumulaba en mí.
No sabes todo lo que te necesito ahora bebé, estoy completamente mal y quiero tenerte al lado mío para que calmes todo dentro de mí. Te amo con todo lo que soy y quiero que estés conmigo como todos esos días. Deseo volver a esos días donde no pensábamos en nadie, más que nosotros. Te necesito.

—Dame tu dirección Calum, no sabes las ansias que tengo de volver a ver tu perfecto rostro. Te extrañé todo este tiempo. —Escuchó como reía del otro lado y eso hizo sacarle una sonrisa a él también.

—Aunque quiera no puedes Luke, tú estas en el Instituto y no quiero que pierdas el año por mis caprichos.

—No es un capricho, es una necesidad bebé. Sólo dame tu dirección.

—Luke, por favor. No seas ansioso, espera hasta tres meses y ya me matricularé para poder vernos nuevamente.

—En estos momentos estoy de vacaciones, y todavía me quedan dos largos meses Cal. No quería decírtelo pero tú no me dejaste opción. —Aquello hizo sacar un pequeño gritito en Calum, haciendo reír al menor.

Al escuchar con mera atención las indiciaciones que le daba Calum, anotó todo en un papel y lo guardó en el bolsillo de su pantalón.

—Ok bebé, ¿nada más? —Quiso saber para poder terminar la llamada e iniciar con su travesía.

No, Hemmings.

—Entonces nos vemos mañana a primera hora. Te amo, Cal. —Cortó dejando a un confuso Calum pensando en cómo el rubio iba a aparecerse en unas pocas horas.

control ⊹ cakeWhere stories live. Discover now