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-Elijo la de arriba. -Habló el rubio una vez dejado las maletas en el piso de la habitación.

-Per...

-Sin peros, yo ya elegí. -Cortó a Calum y se subió a la cama exhausto. A Cal no le gustaba para nada la actitud que estaba teniendo aquél joven sin ni siquiera conocerse.

-Soy Luke. -Mantenía su mirada en el techo de madera robusta.

-Calum. -Él entró al baño y se lavó la cara pensando en el rubio y su mala actitud.

Una vez que salió, Luke estaba sacando las cosas de su maleta poniéndolas en los cajones del gran placard de madera blanca, miró al chino que se le quedó mirando y chasqueo sus dedos sacándolo de sus pensamientos.

-¿Te vas a quedar allí parado? -Preguntó mirando a esos ojos cafés.

-Per-perdón. -Acercó su maleta al otro lado del placard y comenzó a sacar prenda por prenda dejándola ordenada perfectamente dentro de los cajones.

El rubio, una vez terminado, se paró dirigiéndose al baño para poder tomarse una helada ducha ya que estaba muy cansado por el viaje.

Se metió dentro de la ducha ya desnudo y dejó que el agua pase por su pálido cuerpo. Comenzó a pensar en su familia, recordó que lo anotaron en donde estaba ahora sin su remordimiento y eso lo enojaba más que otra cosa, lo enojaba saber que querían deshacerse de él, que no lo querían más, eso lo ponía mal y su furia aumentaba.

Terminó de ducharse, salió de la bañera para poder secarse y ponerse su ropa que había dejado en un costado. Frotó su pelo quitando las pequeñas gotas que quedaban incrustadas allí y comenzó a ponerse su ropa.

Calum se encontraba sentado en el piso, pensando sobre el nuevo muchacho y que sus actitudes le molestaban más que otra cosa. Decidió sacar de su maleta su reproductor de música, conectó los auriculares poniéndoselo luego de estar conectados y dejó que la música fluya en sus oídos.

• • •

Eran las tres y treinta y siete minutos de la tarde y ellos se encontraban cada uno en su litera, Calum leyendo un libro que había extraído de la biblioteca de su hermana y Luke escuchando música de su celular.

Sabía que no se podía traer celular, pero eso a él ni siquiera le importaba un poco. Su baño había terminado de lo más normal, y para la suerte de Calum, había olvidado lo de su familia.

No habían intercambiado ninguna palabra más desde que eligieron las camas, -Luke robándole a Calum -, les parecía un poco extraño a los dos, por lo que el rubio desconectó la música de sus oídos y se bajó para quedar a la altura de la cama del moreno.

-Hey Cal. -Habló pegando débilmente su brazo.

A Calum le pareció raro que lo llame Cal si horas antes lo había tratado para la mierda, -o así le parecía a él-.

-¿Si? -dejó a un lado su libro mirando los ojos celestes de Hemmings.

-Quiero hablar contigo, ven. -Se dirigió a la puerta esperando a su compañero de cuarto por los días restantes que quedan.

control ⊹ cakeOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz