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—Nos replanteamos que lo mejor sería que empaques tus cosas y puedas despedirte de esta residencia. —No, no podían echarlo de Calum. No podían sacarle a su niño.

—¿Qué? —Quiso escuchar nuevamente las palabras y saber que había sido cosa de su mente.

—Tus indicios nos marcan mala reputación hacia nuevos alumnos, y ninguno de nosotros acepta eso Hemmings. Aunque también tenemos para replantearte una semana de cambios. Si es que tu mala actitud cambia desde tu salida de dirección hasta la semana próxima, cosa que vemos imposible, te podrás quedar y concursar todo el trayecto del año. —El director le dio a saber luego de tomar aquella decisión sin haberla pensado antes.

—Una semana es tiempo de sobra para mí, muchas gracias señor director. —A penas terminó de hablar salió del directorio dirigiéndose al comedor; era de mediodía y no quería volver con Calum.

Cuando llegó agarró una de las tablas y se dirigió al centro del comedor, en donde repartían los aperitivos. Cada minuto miraba hacia sus costados esperando que Calum no aparezca por allí.

Sabía que se encontraba junto a Ethan en su habitación ya que había caído desmayado pero como es él, podría aparecerse en cualquier lado.

Todos miraban extrañados y con mera atención al rubio que sentía cada ojos en él y me molestaba, ahora sería el loco del instituto y era una completa mierda.

A cada paso que hacía en la fila sus nervios aumentaban, rogaba que Calum no se encuentre allí ya que algo para decirle no tenía. Solamente el perdón, pero eso no sirve. Lo hecho hecho está.

Terminó de servir su almuerzo y se sentó en una de las mesas vacías, se concentró en terminar el almuerzo lo más rápido posible y salió de allí.

Al cruzar la puerta se encontró con aquella rubia que había sido la causante de todos los problemas hasta ahora.

—¿Luke? —Sonrió la rubia acercándose cerca de su cuerpo.

—Sal de aquí maldita seas, vete.

—¿Per...

—No te lo voy a repetir otra vez, vete. —El rubio cerró los ojos un determinado tiempo esperando escuchar los pasos de la joven.

Teresa rodó los ojos y salió de allí yendo hacia cualquier lugar lejos de Hemmings.

Luke caminó lejos del comedor intentando sacar su enojo causado por la joven mientras iba hacia su habitación para guardar todas sus pertenencias ya que tenía que proceder con un cambio de habitación y compañero asignado por el director.

No quería hacerlo pero si quería dentro del establecimiento lo tenía que cumplir.

Sus pies iban lo más rápido posible queriendo terminar ya con esa situación e irse sin dejar algún rastro a Calum, le dolía.

Le dolía saber que ya no va a estar junto a Calum y otro más tendrá que aguantar sus ataques, le dolía saber que Calum no va a hacerlo reír y preguntarse por todas las veces que él desaparecía de la casa y llegaba horas más tarde.

Dolía tener que dejar a Calum junto a otra personas sin saber como lo va a tratar, o peor, tratarlo mejor que lo trató él.

Intento alejar las lágrimas de sus pupilas y siguió caminando hasta la habitación, antes de llegar y pasar por el cuarto de Ethan, se encontró con él.

—Ven, Luke. —Él castaño lo llamó sin antes haberlo parado.

El rubio paró en seco y se acercó hasta él.

—¿Qué? ¿Y Calum? —Quiso saber esperando que esté bien.

—El está bien, hasta se fue a la dirección para hablar de tu situación en estos momentos.

—¿Qué? ¿Qué le dijiste? —Le extrañó saber que Calum iba a replantear su situación. Pero sabía que era gracias a Ethan.

—Solamente que te echaron de aquí —Rascó su cuello. Sabía que había metido la pata.

—Agradezco que hayas dicho eso, pero tenías que haberlo parado. —Por una parte, fue echado de su compartimiento, pero por otro lado, Calum iba a enterarse que Luke seguía en el Instituto.

Terminó de hablar y siguió hasta la habitación, antes de acercarse al pomo de la puerta y abrirla, el moreno salió de allí con el cuaderno y cajetilla de cigarros de él. Sonrió sabiendo que tenía sus cosas más queridas.

—¿A dónde te diriges con aquellas cosas? —Dijo esperando que el mayor se de vuelta.

A penas lo hizo, vio que su rostro se encontraba en un completo mar de lágrimas, y ver eso lo hizo largar todo el temor que tenía dentro.

Calum corrió a él sonriendo y lo abrazó con todas sus fuerzas al tenerlo junto a él, pensando que era un fantasma o un espectro. Pero no era así, era Luke. Su Luke.

Hemmings juntó sus brazos en su espalda y besó su cabeza mientras sentía como las cálidas lágrimas del mayor se impregnaban en su remera y repetía las palabras "Todo va a estar bien" y continuaba mimándolo.

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Los amo tanto, amo escribir cada capítulo de esta fic y poder expresar lo que más quiero y me gusta. No sé que haría sin ustedes y todo su energía positiva demostrada en cada capítulo. Espero que me sigan hasta el final de esto y amen tanto esto como yo. Las quiero -Luki.

control ⊹ cakeWhere stories live. Discover now