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—Es hora de despertar, Cal. —Ya era de mañana y el rubio había parado en un restaurante algo lujoso, iba varios intentos tratando de despertar al morocho, pero éste ni se inmutaba.

—¿Qué quieres Luke? Déjame dormir en paz. —Calum se dio media vuelta dándole la espalda a su pareja.

—Buenos días para ti también, bebé. —Rodó los ojos y comenzó a picar parte de su cuerpo viendo como el mayor se removía en cada picada.

—No entiendes que quiero seguir durm... —Las palabraa del ojos marrones fueron detenidas por un inesperado beso.

—Vamos a desayunar, te dije que te iba a despertar para desayunar. —El rubio tomó la mano de su novio, guialándolo hacia la puerta de entrada.

—Pero ni siquiera cenamos. —El mayor rascó su pelo tratando de poder guiarse por algo, estaba completamente perdido.

Luke lo ignoró y decidió adentrarse al lugar. Una vez dentro, se sentaron en una de las mesas de a dos y en menos de dos minutos una mesera dejó la carta frente a ellos. Calum pidió un café de vainilla y diferentes tortas para acompañar al café mientras que Luke solamente había elegido un latte y una sola medialuna.

El ojos celestes rió al ver todo lo que había pedido su pareja y no dudó en robarle algunas delicias, recibiendo varias quejas por hacerlo. Luke le sacó la lengua y por parte del moreno, sacó el dedo del medio.

—¿Dónde estamos? —Calum se dedicaba a mirar el paisaje formándose fuera de las ventanas, el sol recién salía y con él los primeros rayos proyectándose entre las nubes.

—En un restaurante.

—¿Es un restaurante? Pensé que era un club de strippers, si no lo decías no me iba a dar cuenta, gracias amor.

—Si fuera un club de strippers tú no estarías sentado aquí y serías la atracción principal.

—No sé si tomármelo bien o mal. Por las dudas, te odio. —Luke rió a carcajadas y agarró la mano de su novio.

—¿Por qué me agarras? Te dije que te odio.

—Creo que tus te odio ya no causan ningún efecto en mí. Yo también te odio.

—Bueno, a mí no me importa si me odias. Yo te odio también, compartimos el mismo sentimiento.

—Por eso somos pareja bebé. —Cal rió y acarició el pelo del rubio, quien al sentir la mano de su pareja, sonrió.

—Te amo Luke, eres lo mejor.

—Espera, ¿tú no me odiabas hace unos minutos atrás?

—Cambié de sentimientos de nuevo. Te odio. —Los dos rieron y decidieron terminar el desayuno para seguir con el viaje, todavía tenían un trayecto que recorrer.

Luego de pagar y salir del lugar, los dos adolescentes se subieron al auto, al estar ya listos Luke lo puso en marcha. Otra vez iniciaba el viaje hasta la institución.

La radio fue encendida por el moreno, bajó un poco la ventanilla del auto dejando que el frío se adentre hasta en los espacios más pequeños del carro. El viento desparramaba el cabello del rubio, haciendo que algunos mechones bailen en su frente, a pesar de la molestia que le generaba aquello, no dejó que lo distrayera y siguió conduciendo.

—Luke. —Calum estaba mirando el libro de dibujos de su pequeño.

—Calum. —El rubio pudo ver que Calum había encontrado su libro, sonrió al ver como contemplaba sus dibujos.

—¿Alguien alguna vez te dijo que eres una maravilla dibujando? —Luke se sonrojó al escucharlo, él no pensaba que era así. Solamente dibujaba por aburrimiento, nunca lo vio como algo para estar orgulloso.

—Me dijeron que soy una maravilla para hacer otras cosas. —Guiñó un ojo mirando directamente a su novio.

—¿Ah sí? ¿En que tipo de cosas? —Sabía que provocarlo estaba mal.

—Como estas. —La mano del rubio viajó desde la rodilla del moreno hasta su muslo, rozando parte de su entrepierna. Escuchó como éste gimió.

Calum intentó hacer lo mismo, pero Luke lo detuvo.

—Aquí no bebé, no quiero que nos ocurra algún accidente. Cuando lleguemos seré todo tuyo.

El mayor se sonrojó y movió su cabeza hasta la ventana para que el ojicelestes no lo vea, pero fue una acción fallida, ya lo había visto.

El menor sabía que esas cosas hacían sonrojar a Calum, pero en el fondo le encantaba que Luke fuera así. Sabía como ponerlo en pocos minutos.

Por otra parte, Calum estaba pensando en su hermana; no se pudo despedir de ella cuando estuvieron juntos pero no era su culpa, él ni siquiera sabía que iba a volver al Instituto. La iba a extrañar mucho.

—¿En qué piensas bebé? —Al escucharlo, Calum se acurrucó en Luke, apoyó su cabeza entre su hombro y cuello, también dejó que el rubio pase su mano por la cintura de él así le facilitaba seguir manejando.

—¿No te molesta que esté asi? Si quieres vuelvo a mi posici...

—Me encanta que estés así, tú me encantas Calum Hood. —Luke besó su frente.

—Estaba pensando en mi hermana, no me pude despedir de ella.

—No te preocupes Cal, ella no se lo tomará a mal, no te fuiste porque tu querías, todo fue instantáneo. Tampoco te fugaste o algo así, vas a voler a estudiar. Lo va a entender.

—Espero que sí. —El mayor se posicionó lo más cerca que pudo de Luke y cerró los ojos intentando dormir nuevamente.

Hemmings podía sentir como la fría respiración de su chico chocaba en su cuello a cada segundo, nunca se imaginaba estar así con alguien y no quiere que se acabe.

—¿Vas a dormir de nuevo? Quédate conmigo, es feo estar solo.

—Ya cállate y déjame dormir. —Calum mordió el cuello de Luke haciendo que este se queje.

—¿Por qué me muerdes? ¿Quieres que te castigue?

—¿Tú a mí? No me hagas reír.

—No intentes jugar conmigo, vas a terminar mal. —Luke lo miró desafiante.

—¿Si? ¿Qué me vas a hacer? ¿Atarme a la puerta del auto?

—Aquí nada, cuando lleguemos te voy a hacer gritar.

—De dolor o...

Luke no hizo nada más que guiñarle el ojo, Calum no tendría que haberlo buscado. 

control ⊹ cakeWhere stories live. Discover now