control ⊹ cake

twenty ;

El sol desplegaba sus últimos rayos mientras calum observaba el tumulto de hierba que tenía a su frente, el calor inundaba el ambiente haciendo que algunas gotas de transpiración se asoman sobre su cabeza.

Corrió un mechón de cabello que se había quedado pegado en su frente intentando aliviar el calor emanando en su cuerpo pero parecía imposible. tanta temperatura elevada lo ponía de mal humor, no aguantaba tanto.

Había desaparecido del lugar cuando Luke se fue junto a Stella, no se sentía triste, ni enojado, ni ningún sentimiento en contra del rubio, solamente extrañado.

No entendía lo que sucedía en la cabeza del rubio y eso lo ponía así. intentaba imaginar algo de sentido a lo que había ocurrido pero no aparece, no entendía por qué la había defendido, no entendía que es lo que tiene con ella.

Resopló y se acostó en el pasto mirando al cielo rosado, la tranquilidad se apoderaba de él al mismo tiempo que sus ojos se cerraban, esperando encontrar la felicidad en si mismo.

—¿Qué haces aquí? —Sintió que alguien se sentaba a su lado, su momento de paz se había esfumado.

—Esa pregunta te la tengo que hacer yo. —No abrió los ojos, sabiendo que luke se encontraba mirándolo.

—Te estaba buscando. —Tomó posición a su lado viendo sus cálidas facciones.

—Qué bien. —Fue lo único que respondió, ya que no sabía que decir.

—Sí —Siceó lentamente.

Pasaron un momento sin hablar, Calum escuchando el canto de los pájaros al igual que Luke, no sabían que decir porque no querían tensar la situación, querían estar en paz, por lo menos, Calum.

-Yo...

—No Luke, no quiero que empieces. Por favor, si intentas hacer caso omiso ya vete. No quiero que cagues mi paz.

—Calum.

—Luke ya basta, por favor.

El rubio asintió con su cabeza y se paró, miró nuevamente al moreno por un instante y comenzó a caminar alejándose del bosque.

Al sentir el silencio nuevamente, sus ojos se inundaron de lágrimas. se sentía tan sólo y débil. Podía sentir todo el dolor dentro suyo, podía imaginarse a toda la gente pasando por él sin darle importancia a lo que le pasase.

No quería estar solo en la vida, le daba temor quedarse solo hasta morir, quería sentir a alguien a su lado que lo haga feliz, pero ese no podría ser Luke por tanto que quisiera.

Odiaba aquello, odiaba siempre terminar como llegó, sólo. Odiaba no tener amigos, no ser alguien importante, odiaba que todos se burlen de él, odiaba sentirse un completo juguete. Una completa mierda.

Limpió las cristalinas gotas que salían de sus ojos y se paró para comenzar la caminata nuevamente a su habitación.

No quería volver, pero dolorosamente lo tenía que hacer. Intentaba imaginar que todo era un sueño de su propia mente y volver a su antigua vida, en donde se la pasaba recostado en su habitación pensando formas de suicidarse o llorar hasta quedarse dormido.

El menor fue una luz dentro de su corazón, iluminó su alma de una manera tan gloriosa que le cuesta asimilarlo. Sabía que no iba a durar mucho pero lo quería disfrutar, últimamente se sentía tan mal al no sentirse querido ni amado por alguien, se sentía tan cansado de peleas, de enojos, de todo. No sabía cómo seguir con su vida.

La noche ya había llegado y se encontraba a tan pocos pasos de su habitación, vagamente se paró frente a la puerta y al abrirla se encontró con una escena que ya no le sorprendía en nada.

Luke se encontraba junto a Teresa en su cama, al escuchar el ruido de la puerta los dos se separaron y ella se tapó rápidamente ya que su cuerpo se encontraba desnudo.

Al entrar cerró la puerta y caminó hasta el baño ignorando la situación, no tenía por qué decir alguna palabra.

—Yo te lo p...

—No tienes por qué hacerlo, estás en todo tu derecho en hacer lo que quieras. —Lo paró poniendo una mano sobre su cara, al terminar siguió su camino al baño.

Al adentrarse apoyó sus brazos en el lavabo y se miró al espejo, estaba completamente destruido; las ojeras se notaban debajo de sus ojos, su pelo desparramado para todos lados. Se daba asco.

Abrió la canilla del agua y lavó su cara al chocar la fría agua con el mármol del lavabo. Al sentir el frío su piel se heló, al cerrarla la puerta fue tocada y al segundo abierta.

El rubio entró con solamente su pantalón y nada puesto en su pecho.

—Te lo pued...

—No quiero que me expliques nada. Ya te lo dije y te lo vuelvo a repetir, no quiero saber nada de ti. —Intentó salir del lugar pero el menor no lo dejó.

—No Calum, te lo tengo que explicar.

—¡Maldita seas, Luke! ¡¿No entiendes que no quiero?! ¡Estoy cansado de ti y tus juegos, no aguanto más, ya no sé qué hacer!

—¡Es que no entiendes Calum, te amo maldita sea, te amo y no quiero hacerlo! ¡No quiero sentir algo por vos porque sé que voy a hacerte mal y lo que menos quiero es eso!

—Ya me haces mal Hemmings, ya lo estás haciendo y no te das cuenta.

—No sé cómo pedirte perdón, no sé cómo lidiar con todo esto. No aguanto mis cambios de humor, no aguanto mis bipolaridades, ya no me aguanto.

—No tienes como pedirme perdón, lo único que puedes hacer es quedarte sólo y pensar.

—No Calum, lo que menos quiero es eso.

—Y para eso decidí irme de aquí, ya hablé con el director y no tuvo ningún problema al aceptar mi renuncia en el instituto.

Al terminar se despegó de Luke y caminó fuera del salón, dejando a un shockeado Luke dentro de sí mismo.

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les dije que no iba a tardar tanto; aunque no me parece uno de los mejores (para mí, el peor) tenía que actualizar, creo que ya perdí el "talento" de escribir y les pido perdón por eso, espero que disfruten esto porque se vendrá lo mejor. lxs quierx, Lucas.