control ⊹ cake

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El rubio se paró mientras apretaba sus puños, estos tornándose blancos de tanta fuerza que hacía al apretarlos, Calum podía divisar como la rabia aumentaba en él. Tenía que controlarlo si no quería que nada malo suceda para ninguno de ellos tres.

—¿Qué mierda acabas de decir? —Preguntó el menor acercándose al joven, pero Cal lo tomó para poder controlarlo.

—Mira como tu amiguita te tiene, princesita. —Rió el muchacho acomodando su cabello.

Esto lo puso peor a Luke, se soltó del agarre del moreno y corrió rapidamente a donde se encontraba el joven comenzando a propinarle varios golpes en su rostro haciendo imposible que pueda moverse.

El moreno quiso ayudar pero el ojos celestes lo apartó, y siguió con sus puñetazos en el rostro del joven, haciéndolo sangrar más de lo que ya esparcía.

—¡Luke suéltalo por favor, ya está! —Chilló el joven comenzando a llorar, viendo como el nombrado no paraba. Lo tomó de la cintura y lo alejó de allí mientras intentaba safarse del agarre.

El de pelo dorado se dio cuenta lo que hizo y vio como Calum lloraba sin saber que hacer, su puño se encontraba lleno de sangre y sus ojos rojos, con la ira todavía en él.

Quiso acercarse al morocho pero este se alejó de él como pudo, le tenía miedo. No conocía esa faceta de Luke y juró por dios no conocerla más. Hemmings tomó su pelo mientras veía todo lo sucedido, no quería desquitarse así con aquél chico pero algo en él no podía controlar.

Calum estaba en shock, tenía miedo, no podía creer lo que hizo su compañero de cuarto, vio sus nudillos lanzando gotas de sangre y se quedó estático allí, con el miedo corriendo en su ser.

—Y-yo no... —Articuló mirando a un punto fijo del suelo, sus lágrimas salían fácilmente de sus ojos, éstos poniéndose más oscuros que antes, perdiendo su color celeste. No sabía que mierda decir, estaba perplejo viendo al joven tirado en el suelo.

Calum se acercó a él y lo abrazó, lo abrazó lo más fuerte posible comenzando a mojar su remera, a pesar de lo ocurrido no podía dejarlo en ese momento más difícil.

El menor cedió el abrazo mientras balbuceaba palabras inentendibles, sollozó en el hombro del moreno mientras lo abrazaba más fuertes, por más que le doliera no quería soltarlo, él era su salvación.

—Calum prometeme que no te vas a ir nunca de mi lado. —balbuceó todavía sin calmarse.

—No me voy a ir nunca Luke, te lo prometo. —Éste se encontraba más calmado, pero seguía sin asimilar lo sucedido.

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A pesar de todo, este capítulo es hermoso. Faltan demasiados caps para llegar al final. Nos leemos luego, Lucas.