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🌟NOTA IMPORTANTE AL FINAL🌟

El color de sus ojos habían cambiado a un tono más oscuro, mostrando su ira en ellos.

Seguía parado en el medio de la puerta, dejando que todo su peso quede equilibrado en su hombro. El viento entraba desde el otro lado, haciendo que Calum quede con un escalofrío en su piel.

—Y bien, ¿no vas a responder? —Calum centró su mirada en sus ojos viendo como aquellos analizaban su anatomía.

El moreno quitó su vista de él y dejó su lápiz en el suelo.

—Primero, hola Luke ¿cómo estás? Yo bien. Segundo, no puedes entrar así de la nada y preguntar qui...

—Sí que puedo hacerlo, puedo hacer tantas cosas que tú no sabes Hood. —Mostró una media sonrisa a la vez que se adentraba a la habitación y cerraba la puerta.

—Él es uno de nuestro compañeros de grado, Luke. —Señaló a Ethan que se encontraba mirando el techo incómodo. —Hoy empezaron las clases de formación. Éstas no ayudarán de lo que tengamos más adelante. Así que mueve tu culo hasta acá y empieza a anotar todo lo que Eth te diga. —Sonrió al ver como Luke gruñía y caminaba hasta ellos dejando su mochila tirada en el suelo.

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—Te odio. —Ethan ya no se encontraba con ellos, se había ido hace menos de una hora y la tarea de hoy ya se encontraba terminada.

—¿Y ahora qué hice? —Luke no encontraba una consecuencia hecha para que Cal lo odie.

—¿Por qué tenías que tratar a Eth así? —El rubio rió al escuchar aquella oración.

—Ay Eth, lo conozco hace dos horas y ya quiero que me folle. —Rodó los ojos al terminar de burlarlo divisando el rostro tan sorprendido de Calum.

—No puedo creer que estés celoso. Y yo no soy pasivo. —Gruñó esperando respuesta alguna.

—No estoy celoso.

—Sí que lo estás.

—No.

—Entonces puedo irme con él. —Intentó acercarse a la puerta pero los brazos del menor ya se encontraban enredándolo.

—Ni siquiera lo intentes. —Sintió la risa de Calum llenar sus oídos y él rodó los ojos soltándolo.

El ojos celestes tomó su mochila y sacó de ésta la cajilla de sus cigarrillos. Tomó uno y lo incendió mientras armaba pasos hasta la puerta, pero antes el morocho intervino.

—¿A dónde te diriges? —Preguntó parándose él también.

—Voy a fumar, ¿quieres venir?

—Otra cosa que hacer no tengo.

Salieron de la habitación mientras que Calum trancaba la puerta con su llave. Empezaron a caminar por los largos pasillos del lugar cruzándose con tanta gente, algunas reconocidas y otras no. Luke, no sabía a donde dirigirse pero caminar junto a Calum era algo que le gustaba.

Calum miraba atentamente -como toda las veces anteriores- el paisaje que deslumbraba el otro lado del instituto, maravillándose por cada pequeño ambiente visto.

Amaba mirar el paisaje y estar dentro de él, eran unas de las tantas cosas que lo hacían feliz. No sabía a donde tenía pensado llevarlo Luke, pero se sentía seguro estando a su lado.

—Y, aquí estamos. —El rubio llamó la atención del ojos marrones que seguía viendo las diminutas partes verdes del lugar.

El mayor abrió grandemente los ojos al ver tanta belleza frente a él, era un pequeño lago decorado con muchas luciérnagas iluminándolo.

—Oh, Luke —Sonrió sin poder creer lo que veía. —Es hermoso.

—No me agradezcas. —Calum no podía ver su rostro ya que él se encontraba apoyado en el barandal fumando.

—No entiendo como puedes conocer lugares tan mágicos. —Se posicionó a su lado mirando sus facciones a la luz de la noche, que por cierto, eran más hermosas.

—Haría todo lo posible para verte feliz,Cal. —Murmuró sin que pueda ser escuchado pero Cal sí lo escuchó.

Al escucharlo, lo abrazó posicionando su cabeza en su hombro. Luke quedó sorprendido con aquella acción, le parecía un sueño.

—Lo siento. —El moreno quedó confuso al escuchar las palabras dichas por su compañero.

-¿Qué? ¿Qué cosa sientes Luke? —Se separó unos centímetros de él para mirar su rostro.

—Perdón por enojarme por todo, perdón por siempre gritarte y empujarte, perdón por irme de la nada y luego aparecer como si nada. —Las lágrimas ya caían de sus ojos sin poder pararlas.

—Luke, mírame. —Habló esperando que lo haga. Pero no sucedió.

—Mírame. —Dijo una vez más esperando que sus celestes ojos se enfoquen en él.

Tomó su rostro al ver que Luke ni se inmutaba. Ahora estaba más rojo al igual que sus ojos, y las lágrimas caían a cada segundo.

—No tienes por qué sentirlo, te entiendo Luke, sé por todo lo que pasas y no quiero que estés así por mí. Sí pudiera hacer una cosa para que no estés tan triste sabes que lo haría.

—Bésa...

Sintieron unos pasos detrás de ellos, se dieron la vuelta y se encontraron con Ethan cerca de ellos.

—Lo siento, no quería interrumpir. —Luke bufó y se quitó de la baranda para luego dar media vuelta y salir de allí.

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