2. En busca de una niñera y alguien perdido.

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Adam.

Shining City, esa es la ciudad donde vivo junto a mi única familia: Dylan. Una ciudad conocida por fabricar aparatos totalmente novedosos y nuevos.
De ahí el nombre de Shining City. La cual está ubicada al norte de California.

Es sábado por la tarde y estoy en casa con Dylan y con Amber haciendo entrevistas para que Dylan tenga una niñera, puesto que ya ha pasado una semana en donde Amber ha cuidado de mi pequeño y el plazo para hacerlo se ha agotado.

Después de una larga noche de haber pensado en si contratar una niñera o no, he decidido que aunque no quiera tengo que hacerlo.

Sin embargo, la mayoría de las mujeres que se han presentado a tratar de ser la niñera de mi hijo sólo vienen por mí y no por mi pequeño.
El que necesitaba niñera es mi hijo, no yo. No necesito una mujer a mi lado. Ya tuve una y fue lo mejor de mi existencia, y no habrá alguien más después de ella.

-Te juro que estas mujeres están locas- digo inclinando mi cuerpo hacia delante y recargando mi cabeza entre mis rodillas.

-Tranquilo, Adam- me dice Amber poniéndome una mano en mi espalda para tranquilizarme.

Me levanto y me dirijo al sofá donde Dylan yace dormido.
Su rostro tan dulce y tierno me llena de felicidad y me saca una sonrisa todos los días. Cuando me ha ido mal en el el trabajo y me siento furioso o triste, él es el que me levanta los ánimos. Verlo a él me hace sentir feliz y me llena de paz y tranquilidad.

-Es más difícil de lo que creí- digo soltando un suspiro.

-Pero no imposible. Ya verás que va llegar alguien que esté interesada en Dylan y no en ti. Tiene que existir una mujer sensata que no le importe si el padre está guapo o no- dice sonriendo.

Le dedico una leve sonrisa y respiro profundamente para soltar otro suspiro.

-Por cierto, antes de que se me olvide necesitas ir al súper. Ya casi no tienes comida y no querrás que el pequeño Dylan muera de hambre.

-Claro que no. Gracias por decírmelo. Iré dentro de un rato.

-Bueno, pues yo ya me tengo que ir amigo, así que.... nos vemos mañana para seguir en busca de una niñera para mi adorable Dylan- dice haciendo un puchero mientras se levanta del sofá.

-Adiós.

Me da un beso en la mejilla en señal de despedida y dice:

-Me despides de Dylan y le dices que lo veré mañana.

Asiento y la acompaño hasta la puerta. Cuando sube a su auto y se marcha, es cuando cierro la puerta y entro de nuevo a la casa.

Dylan sigue profundamente dormido, por lo que me recuesto en el sofá a su lado y con sumo cuidado lo tomo entre mis brazos para colgarlo sobre mis piernas.

Este día ha sido agitado y estoy demasiado cansado de tantas entrevistas, así que de un momento a otro me quedo profundamente dormido.


...

Cuando despierto la luz del sol ya no entra por las ventanas, el sol se ha ido trayendo consigo a la luna y las estrellas.

Veo la hora en el reloj que está a mi izquierda y sé que he dormido bastante. Son las ocho de la noche y yo tengo que ir al supermercado por provisiones.

Miro a Dylan quien aún sigue dormido y lo meneo un poco para despertarlo.

-Dylan...- susurro.-Dylan despierta pequeño.

La apuesta de mi vida ✓TerminadaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora