22. Hallowen

35.8K 1.8K 261
                                    


Adam.

« ¡Maldita sea!» pienso dando un puñetazo ligero contra la puerta.

Levanto la cabeza y miró hacia el techo, tomo una gran bocanada de aire y dejó salir el aire con un gran esfuerzo, como si fuese un río al que le han puesto una gran roca que obstruye el paso del agua.

Me siento impotente por lo que acaba de suceder con Dylan y la niñera.

Sé que es idiota de mi parte sentirme de esa manera porque no es nada malo, Dylan se ha encariñado con April y al parecer también ella con él, pero es que ese es el problema, que mi hijo se ha encariñado con la niñera, y al parecer ese cariño es más fuerte de lo que pensaba.

Temo por mi hijo, temo que salga herido porque la realidad es que April no se puede quedar aquí para siempre aunque ella diga lo contrario.

¿Y cómo no tener miedo cuando lo que está en juego es el corazón de tu hijo?

El miedo es algo imprescindible en los seres humanos y se vuelve más poderoso cuando te conviertes en padre. Dylan es la única familia que tengo y yo lo soy para él, soy su padre y por ende quiero lo mejor para él pero el miedo a que ella lo lastime se apodera de mí.

Y bueno, por qué seguir negándolo, también tengo celos de ella. April pasa todos los días con mi pequeño mientras yo estoy en la oficina, ella juega con él mientras yo estoy con Amber, a ella le cuenta sus cosas y cuando yo llego ya está dormido y por ello no puedo saber casi nada a menos que April me lo cuente y no es lo mismo.

En cierta forma detesto a April por poder pasar más tiempo con mi hijo del que yo debería pasar, pero no puedo hacer nada en contra de ese amor que sin planearlo ha surgido entre ella y mi pequeño de cuatro años. Ahora, por más que me pese tengo que aceptarlo y dejar que Dylan quiera a April, o sino mi hijo me odiará y es lo que menos quiero.

...

Una semana después.

Día de Halloween.

—Papi quielo este—habla Dylan tomando el disfraz de vampiro del travesaño a nuestro lado.

Nos encontramos en una tienda comprando el disfraz que usará mi pequeño esta noche. Ha pasado una semana desde los terribles acontecimientos sobre la casi partida de April de nuestro hogar. Esa noche creí que Dylan seguiría con la actitud de "ya no te quiero" pero gracias a April no fue así. Y digo que gracias a April porque ella y Dylan tuvieron una conversación aquella noche y por ello mi hijo optó por seguir hablándome y dejando de lado eso de que ya no me quería.

Esta noche es Halloween y siempre que lo es salgo con Dylan a pedir dulces.

Es una tradición entre él y yo, ir padre e hijo cada noche de Halloween y ese día buscar un disfraz para mi pequeño. Claro que yo no me disfrazaba; en primer lugar porque soy un adulto, y en segundo lugar porque Dylan jamás me lo había pedido debido a lo pequeño que era.

Hasta ahora.

Hoy no fui a trabajar debido a que es fin de semana, y durante el desayuno Dylan me sorprendió ante una petición inusual. Quería que April y yo lo acompañemos a pedir dulces, y no sólo eso, sino que además nos disfracemos.

Obviamente ni ella ni yo quisimos pero el pequeño terminó por convencernos y ahora henos en una tienda de disfraces, en busca del suyo y posteriormente del nuestro.

—Entonces hay que buscar uno de tu talla Dylan, porque ese esta enorme—. April sale de entre los travesaños de ropa y esbozar una amplia sonrisa al ver a Dylan.

La apuesta de mi vida ✓TerminadaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang