16. ¿Por qué la extraño tanto?

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Adam.

A la mañana siguiente me despierto como siempre y trato de retomar la rutina que llevaba antes de que April apareciera en mi vida, sólo que resulta totalmente inútil querer hacerlo porque Dylan se pasa el desayuno completo molesto conmigo, y para colmo no me dirige la palabra.

En la oficina sucede lo mismo con mi amiga.

Sólo se molesta dirigirme la palabra para entregarme lo que le pido, para preguntar por algo acerca del trabajo o simplemente para verificar si no quería algo más. Aunque por la mirada que me dirigía cada vez que me preguntaba eso, lo que verdaderamente quería decir es "Ni creas que te voy hablar idiota. Tengo muchas ganas de matarte"

Toda la mañana se va en eso y la verdad se está haciendo insoportable que Amber no me dirija la palabra.

Me siento frustrado y tonto por esta situación que yo mismo he provocado por dejarme guiar por mi ira ayer.

Es difícil de explicar cómo es que cuando pasas por ciertas situaciones complicadas, el tiempo se pasa lento y te parece eterno. Así es como pasan los siguientes días para mí; me parecen eternos y cada mañana al despertar y desayunar con Dylan es mucho peor puesto que mi hijo de tan sólo cuatro años ha decidido no dirigirme la palabra desde que eché a April.

Sé que debo sentirme feliz porque en ese terrible accidente no le sucedió nada peor a mi pequeño y ahora ya no tiene ese horrible yeso en el brazo, está mejor que nunca y eso es increíble. Pese a eso no es así, no puedo sentirme feliz si Dylan no lo está.

Créanme que me es difícil poder creer lo que me está pasando, ver a Dylan ponerse así por April es... Inimaginable. Nunca llegué a pensar que se pondría así por nadie en la vida, o al menos no por una niñera.

Se supone que mi hijo no debería estar así, se supone que no debería ponerse así por ella, sin embargo-y muy a mi pesar - supongo que debo aceptar que Dylan se ha encariñado con April más de lo que debería.

Desde aquel horrible día del accidente, Amber y Dylan no son los únicos que se la han pasado mal sin April.

En primer lugar. me ha resultado muy complicado encontrar a una persona que cuide tan bien de Dylan como ella, parece que a las mujeres hoy en día sólo les importa tener sexo con alguien, no estoy diciendo que todas las mujeres sean así pero al menos en mí caso no hay mujer diferente. No a excepción de April.

Y, en segundo lugar, yo... No he podido concentrarme en mi trabajo como debería de ser, he estado cometiendo errores, he estado molesto, y... Por alguna razón- y dejando de lado que Amber y Dylan no me han hablado durante dos semanas exactas- siento que la casa está vacía sin ella, que cada día al despertar es como salir de una pequeña pesadilla y me engaño a mí mismo al hacerme creer que cuando baje a la cocina me encontraré con ella, sólo que no es así, la cocina siempre está vacía.

Es algo que no puedo explicar con palabras, más bien no tengo la manera correcta de explicarlo con nada, pero si quiero que Amber y Dylan vuelvan a hablarme como antes tengo que encontrar la manera que April Mayer vuelva a casa.

Hoy es un día complicado como desde hace dos semanas, Dylan se ha encerrado en su habitación para hacer dibujos de los que no tengo la menor idea sobre lo que sean porque por más que lo he intentado no me deja entrar para verlos.

—¡No quelo hablal contigo! — es lo que me grita cuando trato de entrar a su habitación y azota la puerta en mi rostro indicándome que me vaya.

Como dije, tengo que hacer algo definitivo para que esta situación cambie, tengo que hacer que April vuelva, así que por qué no hacerlo ahora mismo.

La apuesta de mi vida ✓TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora