Rivales [Fanfic de Sherlock BBC]

El creativo

Sherlock no se percató de que la foto con su hermano había desaparecido, la verdad es que no era muy apegado a las fotos, pero esa en especial la había conservado para él. Claro que nunca la veía, así que el robo pasó desapercibido. El detective consultor seguía con sus actividades diarias y ni siquiera se percató de que Daniels lo vigilaba, cosa que a la muchacha tenía estresada, pues técnicamente tenía dos trabajos.

Anna perseguía tanto a criminales como a Sherlock. La señora Hudson resultó ser de gran ayuda en sus vigilas. Cada que el hombre salía, la casera le mandaba un mensaje a la detective con santo y seña de a dónde iba Holmes. Así que Anna salía disparada para tratar de encontrarlo y seguirlo. Afortunadamente, los casos que ella trabajaba en Scotland Yard eran mucho más sencillos de los que trabajaba Sherlock independientemente. Ahora entendía perfectamente por qué el detective prefería trabajar fuera de la policía.

A finales de noviembre, Anna ya llevaba viviendo en el 221B un mes. Se había pasado muy rápido el tiempo en ese lugar, y más teniendo tantas obligaciones. En la primera semana de Diciembre, justo cuando las calles de Inglaterra se empezaban a vestir con adornos navideños, Anna captó una constante en las labores de Sherlock.

Dedujo que había estado trabajando en el mismo caso durante más de una semana. Eso ya era bastante tiempo para el detective, jamás se demoraba más de dos o tres días en cada caso. Casi no se quedaba en casa, y cuando estaba ahí no salía. Anna se empezó a preocupar, tanto que pensó en llamarle a Lestrade y a John.

─ [...] No creo que sea buena idea, Anna.

─Pero ya se llevó mucho en ese caso, es Sherlock. Él no se tarda tanto.

─Debe estarlo retardando por alguna razón, ya sabes cómo es.

─No lo sé, este caso me da mala espina. Iré a trabajar, ya sabe, cualquier cosa a mi celular.

─No te preocupes, querida. ¿Le dirás a Mycroft?

─Ya le dije, y piensa igual que usted. Creo que soy la única que huele algo mal en todo esto.

─Debes estarte preocupando más de lo necesario. No deberías.

─De hecho ni debería preocuparme, pero imagínese, llegan a matar a Holmes y usted y yo nos quedamos sin ingresos extras.

─Ay cállate, ni lo digas. Pobre de mi muchacho. Y de mi bolsillo... Claro.─ la detective soltó una carcajada sin poder evitarlo. Una vez que se terminó el café salió con dirección a Scotland Yard. Le tocaron puros casos aburridos.

─Lestrade, ¿no tienes algo más interesante?

─No me salgas como Sherlock, por favor. Estoy acostumbrando mis oídos a ya no escuchar sus frases...

─Es que son todos muy...

─No lo digas, Daniels, te lo advierto.

─Aburridos.

─ ¡Carajo!

─Lo siento, pero ¿Viuda asesinada? Es obvio, fue la mucama. ¿Hombre arrollado por el tren? No fue un accidente, es obvio, lo empujaron. Era un agente de cobranza, ¿qué esperabas?

─Bien, pues no tengo muchos casos interesantes, al parecer los asesinos que ustedes encuentran divertidos se han ido a tomar unas vacaciones al Caribe.

─Ojalá yo estuviera en el Caribe.

─No puedes ir.

─Gracias por burlarte de mi desgracia, ¿eh?

─Siempre un placer.

─Bueno, haré los informes de estos casos. ¿Tienes alguno más?

─Ya llevas siete, termina esos y después veré si te encuentro algo "divertido".