Rivales [Fanfic de Sherlock BBC]

Stayin' Alive

Sherlock tuvo que acelerar su cerebro al máximo de su potencia. Y aunque quiso sacar un buen plan, supo que la detective estaba en una situación peligrosa en la que cualquier error le costaría la vida. Anna se quejó en voz alta para que el detective le pusiera atención: con clave Morse le dijo, pegándose en el muslo, "Después de la patada, dispara". Sherlock no entendió ni jota, pero asintió débilmente.

─ ¿Sí? ¡Sí qué!─ gritó Clint ahogando más a la chica con su brazo. ─Tenga por seguro que después de su novia, sigue usted y su amigo...─ Anna levantó el pie hacia atrás y le pegó una patada al poeta, aquél bufó y le puso una cachetada mandándola al piso, Sherlock fue rápido, sacó la pistola y le tiró en el hombro a Clint que gritó de dolor y se fue directo al piso. Anna se levantó con el labio roto y tomó a Clint por los brazos, poniendo su rodilla inmovilizándolo. Sherlock corrió para ayudarla.

─ ¡Clint Stanford, queda detenido por el delito de tráfico de drogas, falsificación de arte y subasta de mercancía robada! Tiene derecho a guardar silencio, cualquier cosa que diga... Será usada en su contra─ jadeó Anna. La puerta se abrió y aparecieron Lestrade y Sally apuntando con sus armas. Sherlock les puso los ojos en blanco.

─No pues si quieren lleguen mañana...─ se quejó el detective. Sally mandó a llamar a dos oficiales para que se llevaran a Clint que no había dicho nada desde que Anna le había dictado su sentencia, lo levantaron y se quejó apretando los dientes gracias al balazo.

─Di que llegamos, Sherlock, así que ya cállate...─ suspiró Lestrade bajando su revólver. ─John está afuera, está bien, un poco asustado, pero ya se le pasará.

─Échale una manta encima, debe estar en shock.─ susurró Sherlock, y Anna se rió, el detective le puso atención y cuando la vio sangrando por el labio se acercó a ella con tal rapidez que empujó a Lestrade en el camino. ─ ¡¿Estás bien?!

El Poeta, los dos policías que lo llevaban, Sally Donovan, Lestrade y Anna se quedaron callados con la reacción del detective, él se puso rojo y se aclaró la garganta para disimular su angustia. Sacó de su bolsillo un pañuelo y se lo tendió a la detective.

─Límpiate, y bueno, ¿estás bien?

─Sí, gracias Sherlock─ susurró ella sonriéndole mientras se quitaba la sangre con el pañuelo.

─Así que usted es el gran Sherlock Holmes...─ susurró Clint, el detective levantó la mirada a él. Los policías lo empujaban para que saliera, pero Sherlock los detuvo.

─Soy yo.─ asintió.

─Debí haberlo supuesto, el señor dijo que seguro lo enviarían a usted para atraparme, nunca se equivoca.

─ ¿El señor? ¿Qué señor?─ se quejó Lestrade. ─Habla claro de una vez...

─Cierra la boca, Lestrade. No interrumpas.─ sentenció Sherlock frunciendo las cejas. Clint se rió a carcajadas, y después se quejó de nuevo por la bala.

─Creo... Creo que usted sabe muy bien quién es, señor Holmes. Si es cierto que es muy inteligente, ya habrá deducido de quién le estoy hablando.

─ ¡Dígalo de una maldita vez!─ estalló el inspector, pero Sherlock ya se había puesto lívido. Anna los sostuvo del brazo por si se desmayaba, y miró furiosa al Poeta por estarse burlando de su amigo.

─ ¿Se los digo yo? ¿O quiere lucirse usted, señor Holmes?─ Lestrade se adelantó y le presionó el hombro al traficante haciendo que aullara de dolor y el rostro se le cristalizara con miles de gotas de sudor.

─ ¡Habla, carajo!─ gritó, el Poeta miró a Sherlock, aquél tragó saliva y abrió la boca, pero no dijo nada.

─Moriarty, Jim Moriarty.─ susurró Clint haciendo que todos, excepto Anna, pusieran una cara de terror. Sherlock bajó la mirada y empezó a buscar algo en la habitación. ─No, no, señor, aquí no hallará nada. Me dijo que le preguntara algo cuando lo viera... ¿Está listo para responder?