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Sherlock había hecho una promesa, y no descansaría hasta cumplirla. Vengaría a Anna. Tenía que matar a James Moriarty de una vez por todas, y sabía perfectamente que posiblemente él también muriera, sin embargo, esa no fue razón suficiente para detenerlo. La mañana siguiente hizo todos los preparativos que necesitaba. A la una de la tarde mandó un mensaje de texto a Moriarty.

"Tenemos que acabar esto. A las 14:30 en el lugar donde empezó todo. - SH-"

Casi al minuto recibió la respuesta:

"Esperaba tu mensaje, te veo ahí. ;) JM"

Sherlock se vistió con uno de sus mejores trajes, se puso su camisa púrpura, característica de él, y se despidió de la señora Hudson. Salió de Baker Street sin avisarle a dónde iría, llevaba todo el material necesario. Llegó a aquella alberca donde se había visto cara a cara por primera vez con Jim Moriarty, afortunadamente, ya había previsto casi todos los movimientos del criminal consultor y ya había arreglado su pequeño juego.

Entró consciente de que quizá ya no saliera de ahí con vida. Miró a un lado y al otro, no había señales de Moriarty, aún. Sherlock checó su celular, faltaban cinco minutos para la hora establecida. Escribió un rápido mensaje para Mycroft y otro para Lestrade que dejó en borradores para el momento justo en que debiera mandarlos.

Con las manos cruzadas en su espalda, Sherlock vio entrar por la puerta trasera de la alberca a Jim, vestía un traje, igual que él, tal parecía que ambos se hubiesen vestido bien para la ocasión, com si esa fuera una fiesta de etiqueta. James sonrió y caminó con pasos lentos hasta posarse a unos dos metros del detective.

─Sherlock...─ saludó Jim con una sonrisita. ─Quería verla por mí mismo...─ el detective frunció el ceño y ladeó la cabeza.

─ ¿La qué?─ cuestionó.

─Tu derrota.─ sentenció el criminal pasándose el pulgar por el labio. Soltó una risita y se balanceó sobre sus pies, Sherlock en cambio, estaba serio, tranquilo y miró el deleite del contrario con gesto sereno.

─Debe ser muy divertido burlarse de la desdicha ajena. ¿No?─ replicó el rizado con tono mordaz.

─Mucho. Más si es tu desdicha la que puedo apreciar.─ Jim no dejaba de sonreír, Sherlock deseó con todas sus fuerzas romperle esa risita con un buen puñetazo y no parar hasta que estuviera muerto, pero debía esperar, aún no llegaba el tiempo. Se permitió una sonrisa irónica y tomó un gran respiro.

─Ya veo, tú y yo somos muy parecidos, Jim. Te lo dije un día...

─Lo sé. Eso es lo que hace tan divertido jugar contigo, aunque por lo que noto, el amor te cambió, Sherlock. Eres mucho más...─ Jim entrecerró los ojos sopesando sus palabras. ─ ¿Sensato? ¿Maduro? ¿Aburrido? Sí, es eso, aburrido. El amor te volvió aburrido. Ya no será divertido, aunque quizá eso me sea beneficioso.─ como siempre, el humor de Moriarty cambiaba en un abrir y cerrar de ojos. Ahora su voz era fría, amenazadora y desdeñosa. ─Ahora ya no te meterás en mi camino, espero.

─ ¿Eso es un deseo de cumpleaños? Te creía más mayor.

─Debo preguntarlo, Sherlock, tengo curiosidad. ¿Qué diablos hacemos aquí? Tengo planes contigo, pero llevan su tiempo, ¿es que estás ansioso por pasar tiempo con el asesino de tu noviecita?─ Sherlock apretó los puños, pero su rostro no demostró ni un ápice de congoja o frustración. Jim de nuevo sonreía.

─Te lo dije en el mensaje, Jim. Tenía la esperanza de que supieras leer.

─Tus bromas son para niños, Sherlock.─ replicó Jim con sorna.

Rivales [Fanfic de Sherlock BBC]Onde histórias criam vida. Descubra agora