Rivales [Fanfic de Sherlock BBC]

¿Amigos? -Amigos (Parte I)

Navidad llegó. Tan pronto que la señora Hudson estuvo apurada durante una semana decorando el 221 B Baker Street. Lo tuvo que hacer sola, debido a que si le pedía ayuda a Sherlock, la mandaba con Anna, y Anna la mandaba con Sherlock. La pobre casera terminó por hacer todo el trabajo ella sola.

John había sugerido hacer la cena de Navidad en el Baker Street, irían Mary y obviamente su pequeña Johanna. Sherlock no había visto a la pequeña Watson debido a su carga de trabajo. Y Anna ni siquiera la conocía. Así que todo el mundo estuvo de acuerdo en que esa celebración serviría para unir a la familia. Anna casi lloró cuando se sintió incluida. Sherlock la tachó de inmadura, ridícula y cursi... Hasta que Anna le aventó un zapato.

Ese día ninguno de los detectives salió a trabajar, la señora Hudson los puso a cocinar el pavo y la ensalada de manzana, mientras ella se encargaba de la pasta. "Hudders" como la llamaba Sherlock para hacerla rabiar, extrañaba a John en esa casa. Él solía poner cierto orden.

─ ¡Sherlock, no puedes poner el pavo de cabeza! ¡Por Dios!─ Anna le dio un codazo al joven detective que salió volando a un lado del horno. La chica acomodó la charola dentro. ─ ¿Es que jamás has preparado un pavo?

─Nunca me había visto en la necesidad...─ repeló él de forma recelosa. La señora Hudson se abrió paso a empujones.

─Ustedes dos van a incendiar la cocina...

─ ¡Yo lo he hecho bien! Si hay alguien a quien reclamarle es a Sherlock.

─Cierra la boca, Daniels.─ musitó Sherlock con el ceño fruncido. La señora Hudson mandó a ambos muchachos a sus respectivas habitaciones. ─ ¡No puedes tratarme como si fuera tu hijo!

─Si no te vas, no va a haber ensalada de manzana para ti.

─Okey, okey, ya me voy.─ Sherlock subió de dos en dos los escalones a su departamento y se encerró con un portazo. Anna se quedó para seguir ayudando a la señora Hudson, después siguió decorando la casa con la serie de foquitos que la casera no había tenido tiempo de colocar. La familia Watson llegarían para la cena a las ocho de la noche, así que Anna tenía tiempo suficiente para salir a comprar regalos de última hora.

─Señora Hudson voy a salir a comprar unas cosas.

─Procura llegar con suficiente tiempo para que ayudes con la mesa.

─Sherlock está ahí arriba, él puede encargarse de la mesa.

─ ¿Quieres que sólo haya cuchillos junto a la vajilla?

─Tiene razón, volveré antes.

─Gracias, querida.─ la señora Hudson le sonrió a la detective que salió a la fría tarde de Londres. La gente corría como loca de un lado a otro, las tiendas estaban abarrotadas, y a pesar de que a la chica le ponían de malas los lugares con demasiada gente, ese día ameritaba toda molestia.

No se iba a permitir haber sido incluida a una cena navideña y simplemente presentarse con las manos vacías. Tenía que buscar los detalles perfectos para cada uno de los invitados. John parecía ser el más sencillo de todos, fue a una tienda de ropa y le compró una suéter color marrón de lana estilo cardigan.

Siguió con el regalo de Mary, a pesar de no conocer muy bien a la mujer de John, sabía que tenía un gusto moderno de ropa. Le compró un vestido de vuelo alto. A la pequeña Watson le compró un juego para bebés para el desarrollo motriz en forma de leoncito. Al salir de la tercera tienda parecía Santa Claus.

A la señora Hudson, que ya se había convertido en su segunda mamá, le compró un nuevo juego de té. El que ella tenía ya estaba despostillado, y Sherlock había tirado tres veces la misma taza. ¡Sherlock! ¿Qué le compraría a Sherlock? O mejor dicho, ¿le compraría algo a él?