PREFACIO

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Dos de la tarde, la cosecha había empezado. Todos los niños, niñas y jóvenes entre doce y dieciocho años estaban esperando nerviosos esperando el momento en el que la presentadora, Effie Trinket, sacaría dos nombres de las urnas, el nombre de dos tributos, un hombre y una mujer que estarían condenados a morir en los crueles Juegos del Hambre. En el distrito doce la palabra "tributo" y "cadáver" eran sinónimos, ya que desde veintitrés años atrás, no había existido ningún vencedor, salvo Haymitch Abernathy. Pero tal vez la historia cambiaria ese año.

Peeta Mellark, de dieciséis años observo con terror como Katniss Everdeen, el único amor de su vida... la persona con la que había compartido casi toda su vida... la persona que le había brindado tanto amor durante años, se presentaba voluntaria para salvar a su hermana menor, Primrose Everdeen, y como Gale llevaba a una sollozante Prim en brazos, con la intención de apartarla de Katniss antes de que los agentes de paz lo hicieran. Luego como Katniss subía al escenario, tratando de ocultar todas sus emociones, aunque se notaba que aun seguía en shock por lo que acababa de hacer ella misma. En ese momento, Peeta también estaba en shock y no sabía cómo reaccionar, hasta que el nombre de Rory Hawthorne salió escogido. Rory era el hermano menor de su mejor amigo, Gale. Peeta se sintió doblemente peor, Rory tenía la edad de Prim. Era un niño. Definitivamente este año la cosecha era muy injusta.

Peeta no podía dejar ir a Katniss, desde pequeño se había prometido protegerla de todo mal, había estado en los momentos más oscuros de la vida de ella. Y esta vez no sería la excepción. Katniss trato de encontrar la mirada de su novio entre la multitud, no resulto muy difícil, se habían dedicado algunas miradas mientras el discurso previo a la elección se desarrollaba, sabia donde ubicarlo. Sus miradas se encontraron, Peeta no había apartado la mirada de ella en ningún momento. Los rostros de ambos jóvenes solo expresaban terror, miedo, amor, dolor... y otras miles de emociones. Katniss por su lado también sentía resignación, había salvado a su hermana, pero perdería a la persona que mas amaba aparte de su familia. El hermanito de su amigo iría con ella, lo veía como un niño indefenso al que tenía que proteger y traer de vuelta para que los Hawthorne no quedaran destrozados, para que su amigo no sufriera. Era un niño, no lo podía dejar morir, asique como no podía dejar morir a Prim. Pero perder a Peeta, le resultaba insoportable. Lo que ella ignoraba mientras lo miraba era lo que él pretendía hacer. En el momento que los agentes se empezaron a cercar al temeroso Rory que aun no se había movido de su lugar, Peeta desvió la mirada a Gale, antes de que siquiera considerara la posibilidad de presentarse voluntario para salvar a su hermano y asintió casi imperceptible mientras se observaban a los ojos, luego empezó apresurarse pidiendo a los demás que le hicieran espacio, los varones estaban sorprendidos ante la reacción del chico, pero crearon una especie de pasillo para que pasara. Peeta llego hasta los Agentes de Paz y en voz muy alta para que todo el distrito escuchara, repitió las mismas palabras que su novia había pronunciado minutos antes:

-¡Me ofrezco voluntario como tributo!

No había terror en la mirada del chico, sino decisión, seguridad y valentía. No era porque no se sintiera destrozado, de hecho sentía que estaba a punto de llorar seguramente en un par de minutos lo haría. Pero en ese momento la adrenalina y la excitación del momento lo llenaban. Estaba dispuesto a proteger a Katniss costara lo que costara. Ella le había enseñado a luchar por lo que quería. Lo que quería era salvar a Katniss y si eso significaba que tenía que enfrentarse a muerte con veintidós tributos mas, aun poniendo en riesgo su vida, lo haría. Por ella sería fuerte. Su amor era tan grande, que sería capaz de hacer cualquier cosa por ella, incluso aunque tuviera que dejar de lado sus principios y hacer cosas que jamás se imagino que haría. Era un juego y solo podía haber un ganador; y él se encargaría de que fuera ella.

Lo lograría. Tenía que convencerse de que sacarla con vida era posible.

Katniss y Peeta eran valientes aunque no lo quisieran reconocer, o a veces una situación les resultara tan difícil y dolorosa como en ese momento.

Sin proponérselo, con ellos empezaría un cambio en la nación, que durante el proceso, podría destruir todo a su paso.



I'LL NEVER LET YOU GO (PEETA & KATNISS)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon