I'LL NEVER LET YOU GO (PEETA & KATNISS)

CAPITULO 3: TODO TIENE UN FIN

POV KATNISS

Gale ya estaba en el bosque sentado a la orilla del lago. Giró la cabeza sonriendo y pareció desilusionado de encontrarme.

-Hey, Catnip. –Saludo.

-Está bien que no sea Madge, pero no hace falta que me mires asi, como si fuera el peor regalo que recibiste. –Me burle.

-¿Cómo lo sabes? –Parecía alarmado.

-Me lo conto un Sinsajo. –Bromeé. –No seas tonto. Me enteré por Madge. Nos enteramos. –Corregí.

-¿Quiénes?

-Yo y Peeta. Pasamos por su casa y nos dijo que no podía venir a reunirse contigo, al parecer su padre... le pidió que se quedara  por la llegada de la gente del Capitolio. Dijo que te entregáramos esto. –Busqué en mi mochila la carta y se la entregué. –No le quedó otra opción que confesarlo. –Me reí.

-Entonces no abran la boca, sino tendré que asesinarlos.

-Lo tendré en cuenta. –Me senté a su lado. -¿Desde cuándo?

-Seis meses. Pero ahora que ya confirmaste tus sospechas... supongo que me tocará contártelo todo ¿no?

Asentí. Él primero se dedicó a leer la carta y lo vi sonreír. Algo extraño en él. Luego dejó la carta a un costado de él, y se pasó la siguiente hora contándome sobre su relación con mi amiga y respondiendo mis preguntas, mientras comíamos el pan que el padre de Peeta me había dado y el queso de cabra de Prim, Gale había traído una botella de agua que compartimos.

-Madge está interesada en ti desde hace un montón de años.

-Lo sé. –Contestó. -Bueno hace pocos meses lo sé.

-Pero tú siempre parecías tan indiferente a ella.

-Eso es verdad. Tenía que mantener las apariencias. No me enamoré de inmediato, al principio tenía prejuicios contra ella y luego cuando la fui conociendo... creía y sigo creyendo que ella se merece algo mejor. Pero ella me acabó convenciendo a su manera particular de que me quería a mí y no le importaba lo que los demás pensarán. ¿Acaso tú te enamoraste de Peeta en el instante que lo conociste como le sucedió a él?

Negué con la cabeza.

-Creo que de cierta manera siempre me interesó, pero tal vez no al mismo nivel que él en esos primeros años -Empecé.

-No creí que se pudiera enamorar de una niña de la Veta. Él apenas me hablaba esos dos primeros años. Creo que ese día que me defendió de dos de tus compañeros comerciantes, lo empecé a ver de otra forma. Y lentamente él se fue ganando un lugar en mi corazón, hasta que finalmente comprendí lo que me sucedía, estaba enamorada. Sólo que no nos atrevimos a confesar nuestros sentimientos hasta poco después de ese accidente en la mina.

-Así me pasó con ella, a medida que la fui conociendo me fui enamorando de ella. No todo es tan simple a veces.

-Lo lamento. Pero sé que encontraran una manera de que esto funcione.

Gale asintió y me miró inquisitivamente.

-Seguro. Ella es como Peeta de cierta manera. Me refiero... a que también estaría dispuesta a renunciar a todo por mí.

Eso no lo puse en duda, a Madge tampoco le importaban las diferencias sociales, por eso también se hizo amiga mía desde el primer día de clases.

-¿Y por casa como andamos? -Me preguntó.

-Peeta está bastante raro desde ayer. Fui a cenar en su casa ayer.

-¿La bruja sigue siendo bruja? –Se empezó a reír.