I'LL NEVER LET YOU GO (PEETA & KATNISS)

28. Cena en el Capitolio

CAPÍTULO 28: CENA EN EL CAPITOLIO

POV PEETA

Nos dirigimos al comedor, donde nos encontramos con Portia y Cinna parados en el balcón mirando la vista que le proporcionaba la ciudad. Presioné la mano de Katniss, pero ella no se quejó. La miré y ella asintió. Nos acercamos hasta ellos, que se voltearon a vernos al sentir nuestros pasos. Ambos nos dedicaron una sonrisa amable.

-Hola. -Nos saludó Cinna.

-Hola. –Contestamos ambos a la vez.

-¿Han podido descansar? –No preguntó Cinna.

-Sí. –Contesté sonriendo hacia Katniss, que inmediatamente se ruborizó, porque hicimos mucho más que eso. Portia y Cinna hicieron de cuenta que no notaron la incomodidad de mi prometida, pero siguieron manteniendo sus sonrisas. –Haymitch, Effie ¿Dónde están? –Dije para cambiar de tema.

-Haymitch durmiendo, Effie seguramente se está arreglando como de costumbre. –Nos explicó Portia.

Asentimos y también nos acercamos al balcón con las manos unidas para contemplar la vista.

-¿Van a cenar con nosotros? –Les preguntó Katniss. Y por su pregunta entendí que se refirió a todos.

-Sus equipos de preparación, no. –Le dijo Cinna. –Sólo nosotros seis. Ellos no serían de mucha ayuda ahora mismo ya que debemos planear estrategias para ayudaros.

Le sonrió a Katniss de una forma muy paternal y Katniss le devolvió la sonrisa sin poder evitarlo. Al parecer a Katniss le cayó bien su estilista.

-Los trajes estuvieron geniales –Los halagó ella. Cinna y Portia no alardearon, como lo habría hecho cualquier otro, asintieron y agradecieron.

-Disculpen si se asustaron un poco, pero nosotros no haríamos nada para dañarlos. Es algo nuevo, pero nos aseguramos de que fuera seguro para ustedes.

Con el desfile terminado y nosotros intactos, nuestros miedos parecían estúpidos. Pero ¿Cómo podíamos confiar en personas que nos dijeron que estaríamos en llamas y que era algo que nunca se había hecho? Nos sentimos como dos indefensos animales.

-Está bien. Nos asustamos, pero después de unos minutos nos relajamos en ese aspecto. –Les dije. -¿Cómo se les ocurrió?

-Nos pasamos varias semanas observando las llamas crepitando del fuego de la chimenea, buscamos la forma de imitarlas, de una forma innovadora. Queríamos crear un efecto visual que pareciera real, pero que no fuera perjudicial para las personas. Y lo conseguimos. –Nos explicó Cinna.

-Muy creativo. –Los felicité, sonriendo.

-Toda la atención estaba fija en ustedes. –Nos dijo Portia emocionada. –Y sin duda lo que mostrarse unidos, fue otro punto a favor.

-Sí, ahora todos están hablando de ustedes, sumando sus voluntariados en la cosecha. Son muy populares.

-También nos hemos ganado muchos enemigos. –Comentó Katniss.

-Es parte del juego. Inevitablemente los tendrán. –El rostro de Cinna lució algo cansado, como si la idea de ver a veinticuatro chicos luchando por sus vidas, no le agradará. –Se pondrán peor durante los entrenamientos, de esto Haymitch les hablará mejor, pero desde ya digo esto: no contesten a sus provocaciones.

-No lo haremos. –Le prometimos.

-Mejor que sea así. –Nos contestó tranquilo, como si confiará en nuestras palabras.

Nos quedamos en silencio el resto del tiempo admirando el paisaje y la puesta de sol. El Capitolio reflejaba lo que era la belleza, la elegancia y la naturaleza. Lo artificial y lo natural. Con sus edificios, parques, casas aún más grandes de las que están en la Aldea de los Vencedores, los lagos y lagunas, las montañas Rocosas cubiertas de nieve y enormes arboles que hacían que todo se viera más natural. Katniss y yo pusimos nuestra atención en ese lugar, en la densa vegetación y en las altas montañas nevadas en las zonas más alta de las mismas.