CAPITULO 4: PREPARATIVOS

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POV PEETA

-PARTE I-

-Hijo ¿Cómo te sientes? -Preguntó mi padre cuando apareció en el patio y se sentó a mi lado. Había llegado a casa sólo una hora antes y en un descanso que me tomé me fui al patio de nuestra casa sentado a la orilla de un árbol, bajo las sombras.

-Nervioso.

-¿Estas completamente seguro de que es lo que quieres? Podrías esperar.

-Lo quiero hacer ahora. -Evité decirle que tenía un horrible presentimiento sobre hoy. -La amo, papá. Lo sabes desde ese primer día. Además no significa que lo hagamos ahora, tendríamos que esperar algunos años. Pero no tengo ninguna duda de que ella es la persona con la quiero pasar el resto de mi vida.

-Lo sé, Peeta. Estoy muy feliz por ti, Katniss es una buena chica y se nota que también te quiere. Si ustedes realmente están seguros, no tenemos ningún motivo para oponernos. Tus hermanos y yo siempre te apoyamos, y lo seguiremos haciendo. Queremos que seas feliz.

-Gracias. Sé que cuento con ustedes y eso lo valoro mucho. Sobre todo contigo, papá.

Él fue siempre nuestra figura tanto materna como paterna. Siempre estuvo con nosotros, conteniéndonos, apoyándonos, aconsejándonos. Fue un excelente padre, esperaba que en el futuro fuera la mitad de la persona que era él. Siempre sería mi modelo a seguir y se lo había dicho en varias ocasiones.

-Te quiero.

Sus ojos brillaban de emoción como de costumbre.

-Yo también, hijo.

Estuvimos unos minutos abrazados hasta que él se apartó un poco de mí y me habló.

-Tu hermano te espera en la casa.

-¿Tú no me necesitas aquí? -Le pregunté.

-Con Arán nos arreglamos, no te preocupes. Tú tienes que hacer algo más importante ahora.

Vuelve a tu habitación, cámbiate, vete a la casa de tu hermano y arregla todo para cuando llegue Katniss. -Me animó con una sonrisa.

-¿Y si me rechaza? -Pregunte nervioso.

-No lo hará. -Me aseguró mi padre con una sonrisa. Al parecer comprendió que necesitaba una explicación porque continuó. -Y si lo hace, no es porque no te quiera, tal vez sólo necesita un poco más de tiempo para asimilarlo. Lo cual sería normal teniendo en cuenta las circunstancias. Luego lo intentarás una y mil veces hasta que acepte. Pero jamás lo sabrás si no lo intentas.

-Lo sé.

Era lo mismo que me había dicho cuando me debatía entre confesarle mis sentimientos o no a Katniss. También me había dicho que no cometiera los mismos errores que él cometió en el pasado.

-Estoy muy orgulloso de ustedes tres, sin embargo, creo que tienes un panorama más difícil. Tú sabes que tu madre jamás querrá a Katniss, pero no te importó nunca, ni te importará. La enfrentaste miles de veces para proteger a Katniss de sus ataques. Empezaste siendo amigo de Katniss, luego le confesaste tus sentimientos y descubriste que ella sentía lo mismo.

-¿Qué quieres decir? -Me pregunté internamente adónde quería llegar.

-Lo que quiero decir, es que no dejes que unos tontos nervios te detengan. La peor prueba, ya la pasaste.

En eso tenía razón. Ganar el corazón de mi Katniss.

-Gracias. ¿Te puedo preguntar una cosa?

-Lo que sea.

-A Neyde jamás se lo dijiste ¿verdad?

-Para mí ya era demasiado tarde, hijo. Ya había conocido a Leonel y estaba realmente enamorada. Había perdido mi oportunidad y tal vez ni aunque se lo hubiera confesado hubiera funcionado. Luego apareció tu madre. La quise. Fui feliz con ella... un tiempo.

La forma en que lo dijo, indicaba que ya no lo era. No me extrañó, ya ni siquiera recordaba la última vez que los había escuchado hablarse con cariño. En los últimos años se limitaban a soportarse y siempre acababan discutiendo por una cosa o por otra, aunque mi padre solía ser el más conciliador, no podía decir lo mismo de ella.

Sentí pena por mi padre, no sabía si yo en su lugar soportaría todo eso.

-Pero estoy agradecido porque me dio a las tres personas que más amo en la vida. -Dijo revolviendo mi cabello de forma parernal. Sonreí. -Ustedes tres son la razón de mi existencia, hacen que cada día de mi vida valga la pena ser vivido. Cuando tengas hijos lo entenderás. A veces, creo que todo lo que nos sucede en la vida tiene un sentido, nada pasa porque si. A lo mejor el destino mío y de Neyde nunca estuvo ligado, porque tú y Katniss debían nacer y encontrarse el uno al otro. Lo supe desde que volviste de la escuela el primer día y me confesaste que te habías enamorado de ella. No era la primera vez que la veías, pero era la primera vez que la podías recordar. La conociste cuando tenías un año y medio. Estabas enfermo y estábamos desesperados porque no sabíamos que te pasaba y el tratamiento que te dio la primera persona que te atendió, no te hizo efecto, tenías tanta fiebre que temíamos perderte. Por lo que te llevamos con Neyde, ella supo darte un tratamiento adecuado, en las siguientes semanas yo te llevaba prácticamente todos los días a pedido de ella, quería controlarte de cerca. Siempre estaba con su hija a su lado o cerca. A medida que los días pasaban y tú te ibas sintiendo mejor, tú y Katniss se buscaban para jugar. Era hermoso verlos divertirse juntos, incluso jugaban juntos con sus peluches o muñecas. Al cabo de unos días yo llevaba juguetes tuyos para que compartieras con ella. Apenas podían decir una o dos palabras en una sola oración, y más que caminar, gateaban, pero se entendían tan bien que a nosotros nos sorprendía. Se reían juntos y rara vez dejaban de mirarse. La viste un par de veces en el transcurso de ese año. Siempre sentiste fascinación por ella. Una lástima que ambos fueran tan pequeños como para recordarlo. Luego no la volviste a ver hasta que empezaron la escuela.

-Lamento haber perdido esos recuerdos.

¿Cómo podía olvidarme las primeras veces que había visto a mi Katniss, pero recordar tan claramente el primer día de clases, como si fuera nuestro primer encuentro? Sabía que era lógico olvidar ciertas cosas de tu niñez, pero odiaba el hecho de que me hubiera olvidado de Katniss.

-Pero, no es tu culpa. Yo personalmente no recuerdo nada de los cinco años para abajo. Excepto pequeños fragmentos de recuerdos a los que en su mayoría no logró encontrarles sentido.

-Lo sé.

-Si tú sientes que Katniss es tu destino, no vaciles, porque nada saldrá mal. Escucha tu corazón, él siempre sabrá que hacer. Y tu mente te ayudará a buscar una manera correcta de hacer lo que tu corazón te dicta.

Asentí y le dediqué una sonrisa.

-No tienes idea lo importante que es para mí que siempre me hayas apoyado con esto.

-Quiero tu felicidad. Eso es todo. 

Mi padre me abrazó unos minutos para darme ánimos y yo intenté contener las lágrimas. Podía vivir sin la aceptación de mi madre, pero tenía la del resto de mi familia. Con eso me alcanzaba.

-Ahora vete. Buena suerte. -Me dio un pequeño apretón en el hombro y me empujó levemente para que me pusiera en movimiento. -Todo lo que necesitas ya lo llevó tu hermano a su casa.

Cuando entré a la casa, volteé a mirar a mi padre que seguía sonriéndome, le respondí del mismo modo. Me fui a mi habitación para arreglarme. Ya había escogido la ropa que usaría para la cosecha, así que no me tomo mucho tiempo.

*-*-*-*

I'LL NEVER LET YOU GO (PEETA & KATNISS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora