7.

835 50 12
                                    

ACLARACIÓN: TODOS LOS CAPÍTULOS A PARTIR DE AHORA SERÁN SUBIDOS TAL COMO ESTÁN ESCRITOS. VAN A ENCONTRAR ERRORES. CUANDO LA HISTORIA TERMINÉ, LA EDITARÉ COMPLETAMENTE.

CAPÍTULO 7: LA COSECHA

-PARTE II-

POV PEETA

Katniss quiso pasar por su casa antes e ir a buscar a Prim. Aran, Howe y yo la acompañamos, y nos quedamos esperándolas fuera de la casa. No tardaron en salir. Prim estaba vestida de forma adorable, con una falda celeste claro con volantes y una blusa blanca. En cuanto vi su atuendo me resulto muy familiar. Luego de observarla varios minutos, mientras ellas caminaron hacia nosotros, recordé que así se había vestido Katniss para la primera cosecha. Pero recordaba que a Katniss le quedaba bien en tamaño, Prim con doce años tenía un cuerpo más pequeño que Katniss a la misma edad. Su madre debió haberle hecho algunos arreglos para que le quedara mejor a su hija menor. Katniss se detuvo a medio camino en cuanto notó algo extraño en Prim.

-Arréglate la cola, patito. –Dijo Katniss intentando mantenerse tranquila. Katniss se agachó un poco para acomodar la parte trasera de su blusa que sobresalía de su falda.

-Cuack. –Bromeó Prim riendo.

-Eso lo serás tú. –Katniss también se rió sinceramente y miró con amor a su hermana. –Listo. –Finalizó y se puso de pie. Continuaron caminando hasta llegar a nosotros. Prim saludó a mis hermano, menos a mí, que me había visto en la mañana cuando despertó.

Aran alzó a Prim por los aires y la depositó en el suelo de forma juguetona. Prim se quejó al principio y luego empezó a reírse. Y Howard aprovecho un momento de distracción de ella para hacerle cosquillas. Katniss se puso a mi lado y me tomó de la mano mientras veía a mis hermanos molestar a Prim. Apoyó su cabeza en mi hombro y me observó, a pesar de que sonreía notaba sus nervios y yo me propuse tranquilizarla. Besé su frente y luego el costado de su cuello, lo más cerca de su oído que pude.

-Prim estará bien. Solo hay una papeleta con su nombre. –Susurré en un tono tan bajo que solo ella escucharía.

-Lo sé.

-¿Listos? –Preguntó Aran que tomaba la mano de Prim. -¿Neyde?

-Ella aun no termina de prepararse. Nos alcanzara en la plaza. –Nos informó Katniss.

-Bien. Vamos. –Agrega mi hermano mayor.

A la una en punto ya estábamos en la plaza. Durante el camino, le explicamos a Prim el procedimiento necesario para registrarla, que le sacarían una pequeña muestra de sangre, pero que no se tenia que asustar. Que lo hacen solo para confirmar cuantos posibles candidatos a tributo se han ausentado o están presentes. También como siempre, que debía ubicarse en la fila de la niñas de su edad.

Cuando llegamos, Howard se despidió de todos deseándonos buena suerte al ubicar entre la multitud de personas a su esposa, su hijo, y nuestros padres. Katniss se pegó a su hermana como si no la quisiera dejar ir de su lado, y Aran yo nos colocamos detrás de ellas haciendo fila frente a una mesa colocada en una de las esquinas de la plaza. Allí vimos a ocho Agentes de Paz de sexo femenino y masculino que eran enviados desde el Capitolio para la ocasión, estaban sentados en sillas del lado contrario a nosotros, tenían libros con planillas que contenían los datos de todos los habitantes del distrito entre doce y dieciocho años, computadoras y otros aparatos electrónicos. Ocho Agentes de Paz en total.

-Siguiente. –Dijo una mujer en tono neutro y carente de emoción.

Fue el turno de Prim y Katniss. Vi como Katniss pasó primero, como pincharon su dedo con la punta de un dispositivo especial para extraer sangre, al tiempo que revisan algunos datos en la computadora y le decían que podía irse ubicando donde le correspondiera. Acabaron con una asustada Prim unos segundos después. Katniss le dirigió algunas palabras de aliento a su hermana, al igual que yo y mi hermano. Y Prim se alejó, tal como se indicamos antes.

I'LL NEVER LET YOU GO (PEETA & KATNISS)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu