I'LL NEVER LET YOU GO (PEETA & KATNISS)

31. Primer día

CAPÍTULO 31: PRIMER DÍA

POV PEETA

Al despertar descubrí a Katniss mirándome desde su lado en la cama, sonriendo y acariciando mi rostro y mi cabello como si fueran frágiles. Ella lucia hermosa aun con su cabello alborotado. Al llegar a mi habitación donde pasaríamos el resto de nuestra estadía en el Capitolio, ya que ninguno de los dos estaba dispuesto a separarse del otro, completamos lo que dejamos inconcluso en el tejado varias veces. Ahora que nuestras muertes estaban a un paso, estábamos aprovechando cada segundo de nuestra compañía, cada segundo de tranquilidad, porque a partir de ahora tendríamos muy pocos. Katniss me propuso que hiciéramos el tueste en un par de días y yo acepté. Ahora solo debíamos encontrar la manera de llevarlo a cabo, tal vez debíamos recurrir a Effie, aunque pensé que la mejor opción era Cinna, luego de todo lo que nos dijo la noche anterior, era una buena persona y al parecer muy discreto, alguien en quien podías confiar sin dudar. También, podíamos decirle a Portia. Haymitch probablemente no, porque tomaría nuestra decisión a chiste. Teníamos algunos días para planearlo, no había que hacer demasiado, necesitábamos poco y el hecho de estar solos haría ese momento más especial, aunque nos hubiera gustado que fuera en circunstancias diferentes, dentro de unos años, con nuestras familias siendo testigos de nuestra felicidad y con la esperanza de un futuro prometedor. Pero habíamos perdido todo eso, por causa de los juegos.

Katniss me dio un beso que ahuyentó todas mis preocupaciones momentáneamente, y nos besamos por varios minutos, hasta que decidimos que era el momento de ir a desayunar.

Media hora después ambos, salimos de la habitación tomados de la mano en dirección al comedor. No nos encontramos con nadie, lo cual nos extrañó. Pero la mesa estaba servida con mucha más comida de que había en el tren.

-¿Los debemos esperar? –Pregunté. Pero antes de que pudiera terminar la pregunta, Katniss se sentó en una silla y me arrastró con ella, mirando la comida. –Bueno, como tú quieras. –Dije riendo y acomodándome en una silla a su lado. Katniss me sonrió y me dio un beso en la mejilla a modo de agradecimiento.

-Debemos alimentarnos bien, en la arena tal vez pasemos aún más hambre y sed que en el Doce.

-Tal vez, pero al menos no está prohibido cazar. –Le dije intentando tranquilizarla.

-Depende de que arena nos toque. –Me contestó algo preocupada.

-Resistiremos. –Le dije. –Somos un equipo después de todo.

-¿Pero hasta cuándo?

Ese era un tema doloroso, porque ninguno de nosotros pretendía salir con vida de la arena.

-Todo lo que podamos. –Le contesté.

Katniss suspiró.

-Moriré contigo. Si tú mueres, yo muero.

-Katniss... -Era evidente el dolor en nuestras voces. –También yo. –Dije con un nudo horrible en mi garganta.

El silencio posterior se volvió incomodo y lo único que se escuchó fueron nuestras respiraciones, el ruido de los platos y los cubiertos, nuestros desayunos siendo consumidos. A veces, Katniss y yo nos mirábamos en silencio sin decir nada. Y yo me sentí mal, porque no quería que nuestros últimos días juntos fueran así, quería ser feliz el poco tiempo que nos quedará juntos.

-Oigan ¿Por qué esas caras? Pensé que los encontraría animados luego de anoche. ¿Tan malo fue? –Habló de repente Haymitch sorprendiéndonos a ambos, lo fulminamos con la mirada.

-Cállate, Haymitch. No es momento para insinuaciones, o bromas. No estamos de humor. –Le contesté sin conseguir sonar tan duro como deseaba a causa de la tristeza que me embargo.