El niño de las fotos

778 65 5
                                    

Peyton Allen
-----------
Termino el partido y como no, los Lakers salieron victoriosos. ¡Esos son mis chicos! Al salir, los señores Watson nos invitaron a tomar algo en su casa. Y mis padres, como gente cordial que son aceptaron. Al principio me molesto, pero luego pensé que allí podría recolectar pistas.
-Oye Ceni, puedes ve irte si quieres en mi moto-dijo Peyton cuando ya iba a subir al auto de mis padres para ir a casa de los Watson
Mire a mis padres para pedir permiso y ellos cedieron
-Toma, casco y ponte detrás, ¿no tendrás miedo, no?-me pregunto Peyton
-Creo que no, pero no iré detrás, sino delante, conduciré yo, ¿no tendrás miedo, no?- repetí burlandome
Después de que Peyton rechistara un poco de que quería ir atrás, salí tan victoriosa como los Lakers y conducido hasta su casa, mientras el desde atrás me daba las indicaciones de como llegar.
Llegamos a la casa mas tarde que los demás, así que ya ellos estaban en casa. Nos sentamos a charlar un rato mientras tomábamos un refresco. Me entraron ganas de ir al baño, por lo que pedí permiso para ir al baño. Cuando llegue alli, orine y salí. Al pasar por el pasillo, vi una puerta entreabierta y decidí cotillear un poco. Entre y vi una gran habitación pintada de rosa y llena de flores y coronas. En seguida supe en donde estaba, un no solo por el enorme letrero del cabecero de la cama donde ponía Samantha, sino porque este era el estilo Samantha. Me di una vuelta a la habitación hasta que unas fotos llamaron mi atención. La primera, era de toda la familia, lo que pasa, es que había un niño más en la foto. En la segunda aparecían Peyton y el mismo niño de antes sobre su espalda, ambos con una gran sonrisa. Y la tercera fue la que mas me sorprendio. Era la foto de una fiesta, había un cartel donde ponía para mi siempre reina de la corona y al lado, en un escenario pude ver a Samantha con el mismo niño abrazándose, ella llevaba una corona lila y ambos sonreían muy felices. De repente una voz me sobresalto
-Niñata, ¿que narices haces en mi habitacion? ¡Fuera ahora mismo chicazo!-Samantha me miraba desde la puerta amenazante, con una mirada de cazadora mirando a su presa, en verdad, aterraba.
-Yo... Lo siento, ya me iba. Solo estaba mirando las fotos
-Vete de aqui-dijo señalando la puerta
Suspire y me fui. ¡A este ser quería ayudar! Baje la escaleras y me junte a mis padres, mas yo no estaba allí. Estaba pensando en ese chiquillo, ¿quien era el? ¿Era importante en la familia?
A lo mejor Peyton podría contestarme estas preguntas. Salgo fuera al jardin con permiso y le mando un mensaje a Peyton para que se reúna conmigo. Al rato de leer mi mensaje, viene.
-Hola, ¿tanto te gusto que tienes tantas ganas de hablar conmigo?- dice con ego
-Realmente si tenia ganas de hablar contigo, pero no porque me fustes, sino porque tengo una duda que quiero, si puedes, que me aclares
-Soy todo oídos
-Veras, he estado cotilleando la habitación de Samantha y he visto unas fotos que me han llamado la atención
-¿Ah si? Cuales
-Unas de vosotros con un chiquillo-al momento el rostro de Peyton palidece-¿estas bien Peyton?
-Tu no deberías haber visto esas fotos, bastante lo que sabes. Solo te diré que se llamaba Allen-su rostro toma una expresión seria-y ahora si me disculpas debo irme, creo que realmente tendría que hacer caso a Samantha, debería separarme de ti
-¿Por que? ¿Porque soy una chicazo?
-Si, a lo mejor deberías ser un poco mas femenina, así te aceptarían mas-mi rostro se ensombrece, lo ha dicho, el es igual a todos los demás, nada ha cambiado
-Prefiero ser una chicazo a un popular sin corazón y clasista. Ahora si me disculpa su alteza, con permiso-le miro desafiante y me voy. No se como he podido creer que el era diferente a su hermana. ¡Son de la misma sangre! Clasistas y despiadados
Pero no me rebajarse a su altura, seguiré siendo como soy y escucharé a mi corazón, que me pide que le devuelva el titulo a Samantha, porque para ella esto es importante. Después de eso, los Watson solo serán unos amigos cordiales, como todos lo son. ¿Querias que cambiara para ser otra de tus zorritas Peyton? Pues jodete porque no va ser así. Vuestro reinado clasista esta apunto de acabar, te lo aseguro Allen, o Watson, o como te apellides.
Oigo como me llama Peyton, pero hago caso omiso. Entro, les digo a mis padres que me voy andando para estirar las piernas a caso, que estaba prácticamente al lado, y me piro de esa maldita casa.
"Queridos chicos, si vosotros no sois modelos de Calvin Klein, no nos digáis que tenemos que ser modelos de Victoria Secret", si esa seria unas de mis frases para el discurso. Utilizare el discurso para hundir a los clasistas, para hundirte a ti Allen.

POV'S PEYTON
Quería gritarla que yo no era así, abrazarla, pero el daño ya estaba hecho. Lo había dicho, no quería, pero me había convertido en el mismo monstruo que mi hermana. Nos habíamos vuelto fríos y distantes después de la muerte de mi hermano. Y eso ya no iba a cambiar. Yo ya no podía deshacerme de ese monstruo que vivía en mi interior y que había alimentado mi popularidad durante todo este tiempo. Yo no iba a cambiar y ella tampoco, así que lo mejor seria mantenernos alejados.
Giro y veo la moto. Recuerdo su risa y como manejaba la moto. Recuerdo su preocupación cuando me escabullí en la piscina, su sonrisa. Recuerdo cuando la ahogue accidentalmente como hice con Allen, entonces me di cuenta. Pero ya era demasiado tarde, yo la queria, pero ya no era tiempo de rectificar, el daño estaba hecho, y era mejor así, que ella se mantuviera alejada de mi, no quería hacerla daño. No a ella, no esta vez.
Me limpie algunas lágrimas que se me habían escapado y cogí la moto. Necesitaba desahogarme y conocía a la persona perfecta para estos casos. Polvo seguro y gratis.
Me dirigí al bar donde trabajaban una de las perritas calderas de mi hermana, Sussie Jones. En cuanto me vio, vino y la bese. En seguida pillo la indirecta y me llevo hasta el cuarto de limpieza. Aun así, ella no me salio de la cabeza en ningún momento, era una imagen que no se me borraba, ella mirándome con odio y decepción al ver el monstruo que era. Me dirigi a caso después, me tumbe en la cama y me quede dormido mientras lloraba en silencio su perdida.

Cenicienta, ¿y tu zapato?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora