Cenicienta, ¿y tu zapato?

Los secretos de los libros

Beast Dominic
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Estaba en mi habitación vistiéndome para bajar a cenar, pensando lo que ese secuestro había implicado: que Sam, Eric, Peyton, Scarlet y yo nos hiciéramos muy amigos y que hubiera una nueva directora y que ella fuera mi prima. Estaba muy contenta. Os preguntaréis si Peyton me ha pedido una cita o algo, la respuesta es NO. Cuando esta en mi lado solamente se queda callado, ¡es estresante!
Hoy me había puesto un vestido blanco.

Justo cuando termine de arreglarme llamaron a la puerta y fui a abrir. Mis padres ya estaban abajo, mi padre llevaba traje negro y corbata azul, y mi madre iba a conjunto con un vestido largo azul.
Cuando abrieron, vi que eran Scarlet y sus padres, en seguida mis padres se pusieron a hablar animadamente con los suyos y yo me puse a hablar con Scarlet. Llevaba un vestido rosa palido que sobresaltaba sobre su cabello rojizo

Al tiempo bajaron mi prima y mi primo. Iban muy bien vestidos. Mi primo, hay que reconocer, estaba guapísimo, y mi prima me superaba en guapura por cien.
Antes de que nos diera tiempo a hablar, el timbre volvió a sonar. Abrió mi padre, dejando ver a un señor Watson y señora Watson cogidos del brazo, seguidos de su hijo Thomas, y seguramente detrás estuvieran Peyton y Samantha. La señora Watson iba a conjunto con su marido también, llevaba un vestido amarillo largo, y el señor una pajarita del mismo color. Entro después Thomas, ambos ya nos llevábamos mejor. Y entro Peyton y Samantha juntos. Thomas, Ariel, la pareja Watson, la pareja Müller y mis padres fueron al comedor y nos quedamos todos los jóvenes solos, así que decidí llevármelos al mejor sitio de la caso, la biblioteca.
Bajamos todos en el ascensor. Las chicas hablando entre ellas y los hombres hablando entre ellos. Ya en el salón de la biblioteca empece a presentar a mis amigos a Beast.
-Bueno chicos, este es Beast, mi primo- el alzo la mano y todos le sonrieron diciendole hola.
Empecé señalando a Scarlet- ella es Scarlet- ella solo dijo, "no me presentes, ya me conoce"
Luego señale a Peyton y ambos se dieron la mano
-¿Y esa preciosura rubia?- dijo mi primo señalando a Sam. El es muy muy mujeriego.
-Ella es mi hermana, así que cuidadito- dijo Peyton, pero Beast no le hizo caso, cogió la mano de Sam y la beso, ella la quito rapidamente con cara de asco.
-Hola preciosa me llamo Beast
De repente la cara de Sam se volvió roja y solto una carcajada.
-¿De verdad? ¿Bestia?- siguió riendose- anda chaval, ni lo intentes, yo ya he estado con un chico mucho mas imbécil que tu- dijo y se dio la vuelta llevándose a Scarlet y a Beast refunfuñando detrás.
Uyyy, esto empezaba mal para mi primo. Seguramente acabarían juntos tipo cliché. Eran los adecuados para los protagonistas. Lastima que para gente como yo no hubiera una historia cliché.
Aprovechando que me había quedado sola, o eso creía, me fui a mirar libros por las estanterías.
Tenia la manía de pasar los dedos por los libros, mi abuela también tenia esa manía.
-¿Por que pasas los dedos por los libros? ¿Les estas quitando el polvo o algo?- me sobresalte, me había olvidado de que no estaba sola, Peyton seguía allí.
-No, es una manía. Mi abuela decía que hacia esto porque al pasar los dedos por los libros, ellos les contaban sus secretos.
-¿Y a ti te los han contado?- dijo con cara burlona
-Si, pero no así, a mi al pasar los dedos uno me llama la atención, me lo leo y me enseña sus secretos escritos.
El pone cara de admiración.
-Puedes probar si quieres- le digo
El comienza a pasar los dedos por los libros y se para en uno que yo conocía muy bien- "Los trabajos de Persiles y Sigismunda" de Cervantes. Dos enamorados que tienen que superar aventuras para encontrarse, ¿su secreto? Si lo lees lo descubrirás. Si quieres te lo puedo dejar
-¿De verdad?- dice, yo asiento- cuando lo lea te contare que secreto me ha contado y te lo devolveré.
Se va feliz. Sonrio y vuelvo a mi tarea. Una cubierta plateada me llama la atención y lo cojo. Leo la portada, es bastante nuevo, "Donde los árboles cantan" de Laura Gallego. Un titulo interesante... Lo dejo sobre la mesa de lectura y subo al comedor. Me estarán esperando.