La Buena Pelea © (TF #1)

03 | Un Problema

Valentina

Un mes después

No puedo creer que haya pasado un mes casi no he sentido el tiempo, entre clases, tareas, salir con Bruno, comer con Jacky y también compartir con Ben. Uff... estoy agotada, pero también estoy encantada, ha sido maravilloso y he aprendido tanto, aunque se que me falta mucho más. Mi vida es perfecta, todo está saliendo muy bien. Se que no necesito nada más.

Tenía una hora libre, así que estoy con Bruno en el césped detrás del edificio de Ingeniería, bajo la sombra de un árbol. Siempre que tengo una hora libre, nos juntamos para estar a solas, ya que después de clases debo irme a casa.

—Dime cariño... —me habla al oído con esa voz tan hermosa—. ¿Has pensado en mi propuesta?

Por supuesto que lo he pensado, pero no estoy segura. Bruno quiere tener relaciones sexuales conmigo, pero yo aún no me siento lista. La verdad es que yo tengo mis ideales, no es que tenga miedo. Yo quiero esperar un poco más.

—No lo sé, amor —respondo por lo bajo—. Tengo miedo.

Él me besa el cuello haciéndome sentir cosquillas.

—No tengas miedo cariño, yo jamás te haría daño —dice besando mi oreja y después mi mejilla.

—Creo que necesito un tiempo —digo poniéndome de pie y tomando mi mochila.

Bruno me toma de la mano y la besa.

—Toma el tiempo que quieras.

Sonrío. Es por eso que amo a Bruno, él jamás me haría daño. Le doy un beso y me despido, debo ver a Jacky. Su mensaje decía que era urgente vernos.

SOS. Necesito tu ayuda, plis. Stoy aterrada :$

La veo frente a su edificio, su amiga Flor está con ella. Jacky camina de un lado para otro. Se le nota molesta. Me pregunto qué pasa.

—¡Hola! —exclamo para hacerme notar.

—Hola —responde Flor.

—Estoy en problemas. Es tan injusto —manifiesta Jacky. Se oye molesta.

—¿Qué ocurrió? —pregunto.

—No fue justo, es una injusticia.

Habla caminando de un lado para otro, pero no me dice lo que pasa.

—Debí haber escogido el otro papel.

Me paro enfrente de ella.

—Jacky no te estoy entendiendo nada —expreso tomando sus hombros para detenerla.

Ella se sienta en la banca y resopla.

—¿Conoces al dragón Tobías? —pregunta.

—¿Quién? —le pregunto indignada ya que no tengo idea de quién es.

—¡No lo conoces! —exclama Flor—. Él es tan guapo.

Por la forma en lo que lo dice, ha de ser un chico famoso.