La Buena Pelea © (TF #1)

09 | Una Sorpresa

Valentina

Bruno ha estado muy extraño en los últimos días, creo que aún está molesto por el rechazo, lo único que me asusta ahora es el hecho de que ya no me quiera, él es mi primer amor, no quiero perderlo, pero tampoco estoy dispuesta a fallar a mis ideales.

A quién no he visto desde hace una semana es a Tobías, bueno lo he observado pero de lejos, no me ha hablado. Creo que ya sé dio por vencido y no me molestará más. Aunque estoy un poco decepcionada, quiero decir, creí que realmente él quería ser mi amigo. Supongo que no todas las personas son buenas, después de todo.

Me encuentro en la banca dónde siempre nos reunimos Jacky, Ben, Flor y yo, aquí compartimos un poco después de clases, pero en está ocasión estoy sola. Tengo mi libro abierto, pero no puedo concentrarme, es sólo que he estado muy distraída, también es por el hecho de que el estrés de estudiar medicina se ha hecho presente.

Ayer por la noche mi padre pidió hablar conmigo, no tenía idea de lo que sucedía y pues no fue nada bueno. Encontró un examen que había hecho la semana pasada, era de biología, no me fue muy bien debido a que tenía otro examen el mismo día y preferí estudiar para ese. Él me corrigió y amenazó con no dejarme salir con Bruno. Realmente me presiona demasiado, quiere que sea cómo él, notas excelentes y buen promedio. Estoy haciendo todo lo que puedo, pero es tan difícil. Definitivamente quién dijo que estudiar medicina es fácil está loco.

Para rematar con todo, tengo a Bruno, no se que vaya a suceder. Pero lo peor fue que mi padre por accidente tiró a la basura la bolsa dónde estaba mi caja, así que se ha ido... Mi hermosa caja de madera.

Sigo viendo las letras de mi libro y aún nada me es fácil. Es cómo si las palabras sufrieran mitosis, duplicando su contenido y haciendo más difícil la comprensión del tema, así que cierro de golpe el libro. Cierro los ojos y tomo un poco de aire, lo dejo salir, pero aún me siento un poco frustrada.

—Molesta, Cupido —una voz hace que pegue un brinco.

Abro los ojos, frente a mí se encuentra Tobías. Él sonríe cómo si nada hubiera pasado. Me pongo de pie, dejando mi libro aún lado, dispuesta a gritarle, ya que me causó un susto fuerte.

—¡Estás loco! ¡Pudiste hacer que tuviera un infarto!

Él me ve despreocupado y empieza a reír.

—Estas exagerando Cupido —responde sin preocupaciones.

—¡No estoy exagerando! —contesto mientras me vuelvo a sentar—. No me llames así, no me gusta.

—A mi sí me gusta, así que para mí serás Cupido —dice sentándose a la par mía.

No tengo ganas de discutir, de hecho quiero estar un momento sola, así que sólo guardo silencio, mientras juego con mis manos.

—¿Te encuentras bien? —pregunta Tobías en un tono de voz diferente, un tanto preocupado.

—No es nada. Estoy bien —miento.

—Mentirosa —dice tomando mi mano.

Cuando toma mi mano, ocurre algo extraño. Una especie de corriente eléctrica me hace sentir cosquillas ante su tacto. Jamás me había pasado algo así, está sensación tan linda que te hace sentir un lindo hormigueo. Después siento cómo acaricia suavemente mi mano.

—Sé de algo que te va a alegrar —declara muy seguro de sí mismo.

Entonces en la mano que tomo, la voltea con la palma hacia arriba y coloca una bolsa de regalo un poco pesada.

—¿Qué es esto Tobías? —pregunto confundida viendo la bolsa de color cafés sobre mi mano.

—Sólo un regalo —manifiesta despreocupado y añade sonriente—. Es lo que hacen los amigos, ¿no?