La Buena Pelea © (TF #1)

01 | Primer Buen Día

Valentina

Me veo por quinta vez en el espejo de mi cuarto, mi cabello agarrado con una pequeña trenza y el resto del pelo suelto cae por mi espalda, mi ropa limpia y bien planchada, sin arrugas. Jeans azules y una blusa manga corta de botones color blanco, me acompaña junto a mis zapatillas blancas y mi chaqueta de lana color rosa.

Voy hacia mi cama, contemplo mi mochila con mis libros nuevos y cuadernos también, estoy tan emocionada de que hoy sea el primer día de clases en la universidad, quiero que todo salga bien, así que reviso por enésima vez mi mochila.

La tomo y cuelgo en un hombro, y me veo al espejo no pudiendo evitar una sonrisa de oreja a oreja. Jamás me he considerado una preciosidad de esas de las revistas de moda, pero se que soy linda, bueno mi padre siempre me lo dice.

Voy hacia el comedor notando que mi padre ya ha preparado el desayuno, sólo somos él y yo, él cómo lo que aspiro a ser un día es Médico. Mamá, bueno...yo... no me gusta hablar de ello.

—Buen día, papá —saludo dejando mi mochila en el suelo.

—Buen día cariño —contesta pasándome un plato con mi desayuno de huevos revueltos—. ¿Lista para tu primer día?

—Por supuesto —contesto emocionada.

Después de terminar mi desayuno, veo mi reloj de pulsera, son las siete menos cuarto, mi mejor amiga Jaquelyn está a punto de pasar por mí, bueno su madre nos llevará a ambas a la universidad.

«Ya stas lista. Voy en kmino». Un mensaje de Jacky.

Me despido de mi padre dándole un fuerte abrazo y salgo a la puerta, nuestra casa no es muy grande, es mediana y está ubicada en una pequeña colonia residencial cerca del consultorio de papá, es una de las razones por las que siempre está en casa. Aunque por las tardes hace turnos en la emergencia del Hospital General.

Veo el auto de Jacky, bueno el auto de la madre de Jacky. Mi mejor amiga se baja del auto y extiende sus manos, cómo si fuéramos dos locas salidas de un manicomio empezamos a abrazarnos y a saltar. El sonido de la bocina del auto nos despierta de nuestra loca realidad. Al entrar al auto como si fuésemos niñas pequeñas empezamos a platicar de nuestros planes, cómo si no hubiese visto a Jacky el día de ayer.

Nuestro plan: ser cursis pero inteligentes, casuales pero no llamar mucho la atención, críticas pero no superficiales, esto es la universidad, no el colegio. Hacer amigos y sobre todo ser uno misma.

El trayecto es corto, nos toma una media hora llegar a la universidad. Cuando me despido de la madre de Jacky y ella también, veo a mi amiga, nos conocemos desde primaria. Y desde entonces hemos sido las mejores amigas, lo compartimos todo.

Ella es un poco opuesta a mí, sus ojos azules y su baja estatura, ya que soy un poco más alta que ella -por cinco centímetros y eso que yo mido un metro con sesenta y cinco centímetros-, es una amiga ideal. Yo por mi parte, mis ojos color miel, mi apariencia de una chica normal. Es lo que siempre intentamos con Jacky, ser normales. Aunque en el fondo sepamos que no lo somos.

Empezamos a caminar por el campus de la universidad, es realmente diferente al colegio. Cada Facultad tiene su propio edificio e incluso algunos tienen dos edificios, hay árboles y mesas para estudio a la sombra de estos. Jacky y yo estamos en diferentes edificios ya que ella estudia Arquitectura y yo por mi parte Medicina. Se que seremos muy buenas profesionales algún día.

Al acercarnos al edificio de Arquitectura, ya que el suyo está primero; veo a mi novio, Bruno, él es tan guapo con su metro ochenta de altura y su cabello café, sus ojos café claro, casi igual a los míos; pero sobre todo ese rostro de modelo que tiene, aún me cuesta creer que se fijará en mí cuando estábamos en el colegio, en dónde él iba un año más adelante. Actualmente está segundo año de Ingeniería en Sistemas.

—Te veo para el almuerzo, Vale —dice Jacky haciendo su camino hacia dentro del edificio, sin antes saludar a Bruno.

—Sabía que eras tú —expresa Bruno enlazando sus manos sobre mi cintura en un abrazo—. Nadie es tan linda como tú.

Seguido me da un beso en los labios, es perfecto. Aún se siente cómo el primer beso que él me dio, cuando dijo que yo le gustaba hace tres años y desde entonces soy feliz junto a él.

—Déjame que te acompañe hasta tu edificio —dice al separarnos, aún me toma de la mano.

Al llegar hasta mi edificio, él se despide de mí con un tierno beso prometiendo almorzar conmigo y Jacky. Se que él y yo hacemos una pareja perfecta, no peleamos, siempre sabemos que le gusta al otro. Es perfecto.

Entro al edificio y contemplo a algunos chicos de blanco, ellos ya están en otros años, de seguro ya hacen prácticas en el hospital. Se qué debo aprender lo básico, para después ser un buen médico.

—¡Permiso! ¡Permiso! —grita un chico, mientras detrás de él vienen otros dos cargando a un chico que trae la camisa ensangrentada y varios golpes en el rostro. Me hago hacia un lado permitiéndoles a los chicos pasar.

Observo adonde llevan al chico, por supuesto a la clínica del edificio, me pregunto que le sucedió. Se que mi universidad no es perfecta y hay robos, pero esto, esto es demasiado raro. Me pregunto si debo preocuparme.

—Primer día y ya hay una pelea —manifiesta un chico a la par mía—. Típico.

Me ve que volteo a verlo, estoy escuchando lo que dice y él me sonríe. Es un chico de la estatura de Bruno, tiene ojos azules, cabello rubio, es muy guapo y también su sonrisa.

—Me llamo Benjamín, pero todos me dicen Ben —se presenta dándome la mano.

—Valentina, pero algunos me dicen Vale —contesto con amabilidad dándole mi mano.

—Bienvenida a la universidad, debes ser nueva.

—Gracias, de hecho, si.

—Se te nota lo tierna y dulce que aún eres.

—Gracias. ¿Tú eres de segundo? —pregunto asombrada y encantada de conocer a alguien.

—No es mi primer año también, lo que sucede es que venía con mi hermano, él está en cuarto año.

—Que bien —exclamo mientras empiezo a caminar—. Debo ir a clase, pero te veré luego.

—¿Qué clase tienes y en qué salón? —pregunta Ben inmediatamente—. Tal vez pueda ayudarte a llegar.

—Química en el salón doscientos quince —respondo viendo mi horario en mi teléfono.

—¡En serio! —exclama—. Yo también, creo que estamos en los mismo grupos.

Sonrió a Ben y él también me sonríe, creo que seremos buenos amigos.

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Después de nuestra primera clase, vamos juntos a la segunda, seguido se llega el almuerzo, estoy hambrienta, así que invito a Ben a comer conmigo, él acepta. Resulta que tenemos muchas cosas en común, se que seremos muy buenos amigos.

Entramos en la gran cafetería, al llegar a la mesa puedo observar a Bruno y Jacky conversar, también veo que ella ha invitado a alguien, es una chica.

—Hola —saludo.

—Hola —dice Jacky—. Ella es Flor, estamos en varias clases juntas.

—Mucho gusto Flor, me llamo Valentina —exclamo y le tiendo la mano—. Él es Ben, también estamos en varias clases.

Cuando Ben le da la mano a Flor puedo ver algo diferente, a ambos les brillan los ojos. El amor de la universidad del primer día, tan tierno. No me sorprendería que terminarán juntos.

Yo por mi parte me acerco a Bruno quién me abraza y propina un tierno beso. Él acerca una silla para mí y tomo mi lugar junto a él.

Mientras comemos, contemplo como Jacky platica con Ben y Flor, también como incluyen a Bruno. Así que esto es la universidad, un mundo diferente, nuevos amigos, otras personas, nuevas responsabilidades.

Definitivamente este fue un buen primer día y no puedo esperar por el resto del año...

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