La Buena Pelea © (TF #1)

29 | Buena Impresión

Valentina

Tres semanas.

Tres semanas, no puedo creerlo, eso quiere decir que hace un mes que Tobías y yo somos novios.

Estar con él ha sido...

...increíble, mágico e indescriptible. Es sólo que él es realmente un amor.

Cada cosa que ha hecho por mí, me ha cuidado, me ha llevado a pasear en su fea moto, caminar por el parque y hemos incluso estudiado juntos. Yo estoy muy enamorada de Tobías y pensando en mi experiencia pasada. Durante tres años creí saber lo que era el amor, pero me di cuenta de que no lo sabía, no hasta que conocí a Tobías.

Él me ha amado incluso cuando yo tenía el corazón roto y que quizás no le podría corresponder. Él tuvo paciencia. Por eso y mucho más le estoy eternamente agradecida.

Él me abraza por detrás y besa en la mejilla, luego empieza a hacerme cosquillas. Siempre tan atento a mí, lo amo realmente.

—¿Quiero invitarte este domingo a una comida en mi casa? —pregunta.

—¿A tu casa? —pregunto un poco nerviosa.

—Si, quiero que conozcas a mi madre —dice así de simple.

Estoy un poco atónita, nunca he visto a la madre de Tobías.

—Es muy importante para mi —insiste para que asista.

Se que hace poco tiempo somos pareja, es un poco pronto para conocer a sus padres, pero él quiere que vaya, así que iré.

—Está bien —respondo besando su mejilla.

Sólo espero causar una buena impresión.

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—¡Soy un desastre! —exclamo a Jacky.

Ella empieza a reír.

—No te rías de mí —digo haciendo pucheros.

Se pone de pie y me quita el pañuelo que había atado a mi cabeza para adornar mi cabeza.

—Definitivamente necesitas ayuda —dice dando una vuelta a mi alrededor—. Se justo lo que necesitas.

Se dirige hacia mi armario y empieza a tirar todo, jeans, vestidos, faldas, blusas. Hace un desastre con mi ropa.

—¡Lo tengo! —manifiesta sacando una pieza de mi selección de ropa.

Mi vestido de encaje, corto que me llega al nivel de las rodillas, mangas cortas color gris. Combinará bien con mis zapatillas plateadas.

Me acerco, examino bien la pieza y veo que es aceptable.

—Creo que puede funcionar.

Dos horas más tarde, después de bañarme y arreglarme, estoy lista. Se que me tarde demasiado, pero no es una simple comida, voy a conocer a la madre de Tobías. Jacky la describe como una mujer muy refinada y elegante. Ella la ha visto, cuando fue a la fiesta para el cumpleaños de Tobías.

Espero en la sala de mi casa que él venga a traerme, entonces escucho su auto, gracias a Dios es un auto. Como un domingo en el que mi padre se ha ido a una conferencia de médicos, me encuentro sola. Pensando bien, siempre me encuentro sola los fines de semana, de no ser por Jacky y Tobías. Estaría sola.

Cuando él toca la puerta, salgo casi corriendo y abro la puerta. Allí está él, sólo lo he visto una vez con esmoquin y es en la foto que le tomo Jacky. Él se ve muy guapo y elegante.

—Me veo elegante —dice acercándose a mí—. Pero tú pareces una princesa.

Me toma entre sus brazos y estamos muy cerca, él besa mi frente, seguido el puente de mi nariz, después me besa en los labios. Como siempre me deja sonriente y me hace sonrojar.