La Buena Pelea © (TF #1)

10 | Siendo Un Buen Amigo

Tobías

Llego a casa, subo a mi habitación sonriente. Una sensación de alegría y felicidad está muy dentro aquí en mi pecho. Es sólo que estoy realmente muy contento. No puedo creer lo que acaba de suceder. Ella estaba encantada con mi regalo. Incluso me dio un pequeño abrazo.

—Está bien Tobi —dice Pat entrando a la habitación—. Estas actuando muy extraño.

Hoy me acompaña Patrick, tenemos la tarde libre, así que decidimos hacer algo juntos.

—Eso es porque tú jamás has sentido lo que es la felicidad —respondo mientras caigo en la cama.

Doy un grito de alegría y me siento en la cama. No recuerdo la última vez que me había sentido tan alegre, fue hace mucho tiempo, cuatro años en los que me había sentido tan mal.

Cuatro años...

Realmente creo que Valentina es esa luz que necesitaba desde hace mucho tiempo, esa razón para luchar. Ella me salvó...

—Esa chica si que se ha metido muy bien en tu cabeza —dice Pat sentándose a mi lado y tomándome del cuello para rozar mi cabeza—. Pero creo que también en tú corazón.

Me suelta y señala el lugar dónde está mi corazón, lugar que ahora ella ocupa un lugar especial. Entonces Pat se levanta, examinando mi cuarto, camina de un lado al otro de la habitación y se acerca a la mesa de noche. Toma el cuadro que contiene una fotografía muy importante, inmediatamente me pongo tenso. No me gusta que vean esa foto. Es una fotografía que siendo honesto odio y amo al mismo tiempo.

—Han pasado cuatro años —expresa con un poco de tristeza en su voz—. Es extraño.

—Lo sé, a mí también me es extraño —respondo poniéndome de pie, aún sintiéndome culpable—. No quiero recordar Pat, estoy feliz y ya sabes cada cosa en su lugar.

—Tienes razón —responde colocando la fotografía en su lugar—. ¿Quieres ir a nadar?

—Por supuesto, aunque con la felicidad que tengo podría correr una maratón.

Pat se ríe y me da un golpe en el brazo, mientras salimos de mi habitación. Aunque tengo tanta felicidad dentro de mí, aún siento un pequeño pesar dentro de mí.

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Estaciono mi moto en el parqueo, me quito con cuidado el casco y la aseguro con una cadena. Saco mi celular y marco el número de Patrick. Hoy tengo tantas ganas de ver a Valentina pero quiero que sea sorpresa.

—¿Sabes si ya llego? —pregunto cuando Pat me contesta.

—Buenos días Tobías, a mí también me alegra saber que ya estás en el campus —contesta bromeando.

Se burla de mí Pat, él es mi espía.

—Cállate idiota, sólo dime si ya está allí.

Por supuesto, le digo así con cariño.

—Si, ya está aquí. Se encuentra sola, su amiga se fue con un chico —responde Pat.

—Gracias —contesto agradecido—. Te veo en clases.

—Está bien mi dragón enamorado —responde burlándose nuevamente de mí.

Ruedo los ojos mientras cuelgo el celular, después me dirijo hacia dónde ella se encuentra. Al llegar la veo concentrada en su libro, siempre estudiando, ella merece un poco de descanso. Todos merecen un poco de vacaciones.

Veo la rosa de color naranja en mi mano, pase está mañana por el jardín de mi mamá, que tiene una infinidad de flores de distintos colores y me pareció bien regalarle algo a Valentina. Le pedí a Doña Amanda que la cortará y arreglará para mí, quien amablemente lo hizo.