01, Grant

1.3K 138 11
                                    

Definitivamente, no podía dormir. Mis ojos se abrían a cada segundo y mi cabeza recreaba sonidos que creía reales, tales como pisadas fuera de la habitación, pestillos o simplemente maderas crujiendo.

Observé a Grant durmiendo. Jamás creí que tendría que pasar por tanto para verlo así. Y aunque para él fuese poco, esto a mi me sobre pasaba.

Mis sueños volvieron a la vida y sentí ese mariposeo intenso dentro de mi cuerpo. Sabía que no era correcto, no en estos momentos, pero... Él me gustaba. Físicamente lo hacía, por que no lo conozco más de todo lo que se de él y de como se ha mostrado siempre. Pasar por todo esto simplemente me acerca un poco más a él, pero no se ha abierto a mi como persona. No me ha enseñado que hay del Grant que tiene una vida, una familia, hermanos, primos, amistades. Su vida social, no la imaginaba. Siempre estaba siendo perseguido por Hendrick, ¿en qué momento tendría vida social?

Observarlo con sus ojos cerrados y su respiración pausada a mi lado bajo el sillón era como un imán intentando pegarme a él. Pero no era correcto. Nada lo es, nunca es correcto.

Estaba en la casa de un hombre de misterios, un hombre reservado, atento supongo. Ahora tendría más tiempo de conocerlo... Me ha nombrado como su secretaria y mañana partiré con él a otro lugar a salvo de todo esto. Y aunque sé que ahora estoy más involucrada que antes, supongo que estaba bien. No tengo una familia que me espere en casa tarde o me llame por teléfono preguntando donde estoy. Que bobería.

Eran las tres am y no podía conciliar el sueño. Me senté en el sillón observando a mi alrededor, las grandes bibliotecas en las murallas. Podría tomar un libro y leerlo, terminar las galletas que Grant había dejado ayer por la noche junto a mi cabeza, pero era un hombre de secretos. ¿Y si todo lo que hay en esos libros es sólo información clasificada?

No sabía que hacer. Necesitaba entretenerme de una vez por todas. Pero no me atrevía a salir de la habitación sin Grant despierto. Volví a recostarme y observé como las maderas aún ardían en el fuego. Un olor de aquellos que quisieras tener todas las noches en tu cuarto de living para poder recostarte y leer un buen libro acompañado de una gran melodía de piano, o simplemente para dejar el libro de lado por una noche y tomar la mano de alguien que tenga el conocimiento del ritmo de una pieza lenta de baile.

Fantasías, sólo fantasías de una chica común.
La flameante sensación de sus manos acariciando mi rostro ahora eran un anhelo increíble. Pero sería muy extraño tomar sus manos y dejarlas en mi rostro, sería un acto psicópata... Y no esa la imagen que quiero enseñarle de mi.

Se removió en la frazada volteando su cuerpo. Segundo tras segundo sus ojos comenzaron a abrir y yo fui su primer foco. Me enseñó una sonrisa hermosa que al tiempo fue borrada. Observó a su alrededor y remojó sus labios con su lengua. Un acto sensual y provocador para estas instancias, sin embargo... Sin embargo simplemente no corresponde, como siempre, todo es incorrecto.

   —Estas despierta, ¿quieres algo? —preguntó tomando asiento. Negué rápidamente y me recosté en el sillón nuevamente sólo para quedar a su altura y observar aquel color de ojos que me trasladan a la infinitez de la vida y me autoriza a escarbar en sus pensamientos e imaginarme en ellos. Imagino que me quiere y contiene las ganas de querer besarme, pero claro, solamente ha preguntado si es que quiero algo y si, si quiero algo: lo quiero a él. Aunque no lo conozco más de lo que sé, lo quiero a él.

Y no a otro, no me interesa si es que resulta ser un hombre egoísta o un prófugo, ¡eso no importa, por que yo lo quiero sólo a él! Y quiero también su sonrisa y sus chistes, sus miedos, sus problemas y sus momentos plenos.

   —Entonces, es mejor que duermas. En un par de horas ya tenemos que levantarnos.

   —Pero no puedo cerrar mis ojos, siento miedo corriendo por mi cuerpo — dije. Mi subconsciente esperaba que de su boca salieran palabras bellas y que me obligara a conciliar el sueño abrazándolo, pero no fue así.

   —No tengas miedo. Ya no sucederá nada.

Asentí e intenté cerrar mis ojos. Y no supe en que momento, pero me había quedado dormida.

Tall, dark and Handsome | Grant Gustin Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon