01, Two days left

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No era yo. Abrí mis ojos y volteé mi cuerpo sobre el colchón con la sábana corrida de un costado. Las ventanas cubiertas por cortinas lograban filtrar un pequeño hilo de luz por la habitación, pero el frío aún así se apoderaba de mis sentidos obligándome a cubrir mis pies bajo las ásperas frazadas. La campana comenzaba a sonar y mi mente en blanco. Ni idea de como lo estaba haciendo, pero el mantener la mente despejada me estaba haciendo bien.

Mis pies se arrastraban y al igual que ellos, mis ánimos esta mañana se encontraban rozando el piso.
El uniforme no había demorado en abrigar mi cuerpo y los zapatos apretaban las puntas de mis pies con las uñas un poco más largas. "Maldición" había pensado mientras David me ordenaba que luego del desayuno debía encaminarme a un último entrenamiento.

—¿Y entonces? Se supone que mañana es tu último día

— o podemos suponer que también es tu último día, Alan. Y ya déjate de chistes, sólo espero a que la bala te silencie con anhelos.

Dije retirándome del casino. Me cuestionaba una y otra vez, ¿sería capaz? "Claro que si" me respondía entonces.

Por unos segundos sentí que ya no importaba, si el destino estaba escrito entonces será lo que tenga que ser. Mi dirección fue clara: el entrenamiento.

David se encontraba junto a Tyler y dos hombres más de la milicia. Grant a un costado de estos.

        —Muy bien, _____. Hoy le mostrarás a estos hombres que estas lista para la misión. Ya lo sabes, es todo o nada.

Asentí al comentario de David y terminé de abrochar bien mis zapatillas negras.

Concentrada. Todos estaban dependiendo de mi en estos momentos. La partida fue clara: una bala hacia el cielo del galpón. No tardé en comenzar a correr, mi velocidad había incrementado razonablemente respecto a mi primer día. Entonces el circuito se repetía, correr, saltar las barreras, llegar al gran muro y escalarlo, lanzarme a punta y codo y traspasar las rendijas de púas. Me puse de pie con agilidad, aquí dos de los hombres de la milicia de acercaron para competir contra mi en el circuito, no pude evitar sonreír, esto se tornaba bueno.

Saltamos los neumáticos para alcanzar el banderín de color. Amarillo fue el que tomé y el que se encontraba por mi pista, di la vuelta con el banderín en mi boca y volví a las rendijas de púas para tratar de escalar el muro y así hasta volver a la pista. No quedaba nada, literalmente nada, pero un golpe en mi espalda me hizo caer sobre la gravilla.

        —¡Defiéndete! —gritó David. Sentía golpes en mi cuerpo, no entendía por qué, ¿por qué me hacían esto?
Sólo atinaba a cubrir mi rostro. Disparos se oyeron en cuestión de segundos y entonces me percaté de que todo era un caos. Estos hombres se alejaron de mi y salieron corriendo, levanté mi mirada para observar que Grant, David y Tyler se encontraban golpeando a unos tipos. Al fondo visualicé a Alan y tras de él aparecía aquel del que nos habíamos estado ocultando, Hendrick.

        —Vamos levántate —susurró Grant a mi oído sin quitar la vista de Hendrick. David había logrado zafarse de los traidores que lo golpeaban y Tyler se levantaba del piso.

Grant me sostuvo del brazo y me arrastró rápidamente hasta el otro lado del muro.

        —¿Estas bien? —preguntó. Asentí rápidamente sin comprender bien que era lo que estaba sucediendo.

        —Estaba planeado ¡maldición! ¿Qué haremos ahora? —amonestaba David. Un disparo nos sobresaltó de momento. Cerré mis ojos luego de haber escuchado a Alan ahogándose en un grito de dolor desesperado. Otro disparo. Alan nos había dejado.

Tall, dark and Handsome | Grant Gustin Where stories live. Discover now