02

1.1K 135 20
                                    

Eran unos pequeños saltos los que dábamos de a momentos, cuando la vía del tren se oxidaba.

Mark, era aquel hombre que había traído dos tazas de café y un plato lleno de tostadas, algunos muffins y otras delicias; también azúcar y crema.

—Entonces, adelante. Atácame con preguntas —dijo él luego de haber visto al hombre saliendo del vagón. Asentí pensando en hacer la pregunta correcta, aquella que sea breve y recaude más información de la que pregunta.

—Supongo que ahora mi cabeza está explotando, no se cómo formular la pregunta correcta.

—Entonces yo te explicaré para que te necesito aquí. Cuando tengas tu pregunta formulada, te daré la información.

—¿Me necesitas? —atiné a preguntar. Mi corazón había bombeado sangre con mayor intensidad y había entendido que estaba esperando una respuesta tonta, quizás, pero aún así quería y anhelaba escuchar esa pequeña frase. ¿Cómo podría yo enamorar a este hombre?

—Necesito una secretaria que luzca confiable. Lo he estado dudando, pero ya me has firmado el contrato. Como sea, todo lo que ha estado sucediendo tiene una causa, y este es el efecto.

—Está bien —asentí. Era la única aquí que rompía su propio corazón. Grant no demostraba ningún interés en mi persona y creer que me necesitaba sólo había estropeado todo y me había ilusionado. Estaba claro que yo era sólo una secretaria. —... Sólo dime lo que tengo que saber, ya sabes... Como secretaria.

—Nos dirigimos a un pequeño pueblo. Es un escondite de archivos clasificados con los antecedentes de cada una de las personas que trabajaban en tu edificio. Es una investigación que lleva años escondida, desde que me convertí en tu jefe obviamente. Tu trabajo es saber sólo lo necesario, si es posible y si eres lo suficientemente generosa podremos infiltrarte. Así como yo.

—¿En qué me estoy metiendo? —susurré de manera audible. Grant había sonreído y apartado su vista por la ventana.

—Te estas involucrando con un pequeño grupo de investigadores privados que cooperan para la CNI. Nada más grave que eso; además, estas trabajando para el bando enemigo de una de las mafias más buscadas, hoy ya encontrada y mañana caerá. Tenemos un señuelo, Hendrick. Pero esto es lo que debes saber, _____ —oír mi nombre salir de su boca me había dejado con un ataque cardíaco. Había sonado de una manera muy... Sensual, había pronunciado cada una de sus letras como corresponde, me había hecho sentir suya... Pero el tono de voz había cambiado al igual que los gestos en su rostro. Ahora me sentía asustada, la noticia que envía tenía su grado de responsabilidad y miedo. —. Yo y Hendrick no nos llevamos, y él trama algo, estoy seguro.

–¿Es por eso todo lo que sucedió anoche? —asintió.

—Estas segura conmigo, _______. Él no sabe más de lo que tu ahora. No tendremos problemas deshaciéndonos de él y su grupo de idiotas uniformados. Todo lo que ha hecho tiene costo y él va a pagar por eso. Y por hacerte daño, por que un hombre no golpea y maltrata a una mujer, un verdadero hombre jamás tocaría un pelo de una muchacha tan delicada y bella como tu y por eso me encargaré de hacerlo sufrir y pagar por lo que ha hecho.

—¿Y que hay de las otras chicas? Me encontré sola cuando desperté.

—Ellas están a salvo. Las enviamos a Nueva York, donde reharán sus vidas. Sus identidades les abrirá puertas a lo desconocido y a la vida. Luego tu tendrás que cambiar tu nombre, cuando todo esto sé de por finalizado.

Tall, dark and Handsome | Grant Gustin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora