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Cerró la puerta tras mi espalda y observó cauteloso corriendo las cortinas de las ventanas.

   —¿Dónde estuviste, Grant? ¿Como fue, que te hicieron? Necesito saber...

Solté manteniendo mi cara y una postura firme. Algo que jamás se había visto en mi forma de ser y el lo había notado.

   —Necesitas saber —repitió observando el café dando vueltas por su taza blanca. Aquella quedó de lado y sus brazos se cruzaron, al igual que su pie derecho sobre el izquierdo y su cuerpo quedó en reposo apoyado en la orilla de la mesa de Tyler —... ¿Por qué? No creo que sea una necesidad el querer saber que fue lo que sucedió después de haber abordado el tren, pero si creo que quieres creer que es una necesitad. Confuso, ¿no? Es igual de confuso a como me siento en este momento, pero eso es tema aparte.

   —¿Responderás las preguntas? Quiero saber que fue lo que te sucedió.

   —Yo también quiero saber. Quiero saber que fue lo que pasó con la chica que vi por última vez abordando un tren a la locura de su vida, muerta de miedo. Quiero saber que pasó con aquella secretaria que no podía dejar de observar la puerta de mi oficina esperando con ansias el momento en el que yo me asomara sólo para que ella me observara unos segundos.

   —¿A qué te refieres?

   —Es más que obvio... Pero como todo soldado en campo de batalla, no se siente, no se piensa, sólo se actúa. Y creo que ahora sólo estas haciendo lo que cualquier soldado con ganas de saber más sobre la noticia haría. No voy a responder tus preguntas y voy a pedirte que salgas de esta oficina antes de que Tyler te vea aquí.

   —¿De qué se trata todo esto? Soy la misma muchacha de siempre, ¿cambió algo en mi más que mi físico?

   —En si, tú ya no eres la misma. Pero no estamos aquí para hacernos preguntas existenciales y filosóficas o para preguntarnos que es lo que nos ha estado sucediendo. Estas aquí para hacer una misión y luego adiós. —dijo abriendo la puerta a su costado.

—Algo te hicieron esos hombres que me ha hecho creer que la confianza en ti ya no es la misma.

   —Algo te hiciste tu para aceptar que cambiaran a la persona que eras hasta hace dos semanas atrás.

   —¿Por qué insistes en hablar de mi?

   —Por que hace mucho tiempo que he querido hablar de ti con otra persona, pero hoy ya no creo lo mismo. Ándate.

No tenía espacio para reaccionar ante todo lo que había escuchado. Estaba en blanco.

Mis pies se movían solos, sabían exactamente hasta donde dirigirme: el galpón.
No tenía nada que hacer ahí en estos momentos, pero aún así mi cuerpo comenzó a moverse y en cuestión de tiempo me encontraba trotando alrededor de todos los obstáculos.

Ahora si comenzaba a tomarle el peso a las palabras de Grant y me percaté de lo que había querido decir...

La noche había caído, y desde mi ventana observaba el cielo y a sus pequeñas estrellas. "Un día" pensé por un segundo. El resto creía que ya estaba lista, que después de todo no era mucho lo que tendría que hacer a finales.

La última luz de una de las oficinas se extinguió dando por oficial a una nueva noche de descanso y tortura mental para algunos.

Tomé uno de aquellos chalecos que detestaba de la CNI y salí a dar una vuelta. Un nuevo sentido se había logrado desarrollar en mi desde hace unos días, y es que me encontraba atenta a todo sonido y movimiento.

take me into your loving arms... Kiss me under the light of a thousand stars... —cantaba mientras observaba atenta a mi alrededor.

Me dirigía a un destino cualquiera, podría llegar hasta el campo y sentarme a observar las estrellas, o un poco más allá podría oír el canal que llevaba años rodeando el gran campo de pastizal, o simplemente caminar y quedarme junto a la fogata que hace unas horas habían apagado.

Mis pies tomaron el camino en dirección a la parte trasera del galpón de entrenamiento: el lago donde termina el canal.

Tomé asiento a un costado de este y observé el reflejo de la luna en silencio, con mi mente en el último día de horror... Extrañaba tomar café observando la televisión, viendo partidos de fútbol de equipos cuyos nombres jamás había oído en la vida; tomar un café observando las luces de la ciudad y escuchar los gritos de los vecinos discutiendo por que no habían llegado a final de mes con el dinero suficiente, o discutiendo por haber encontrado un calcetín rosa bajo las sábanas durante el fin de semana. Observar a un pequeño niño jugando con su cachorro en el patio del edificio también se había hecho parte de mis rutinas semanales, y despertar temprano para caminar hacia la oficina por las mañanas de frío y vestir esos abrigos que había comprado en una tiendita de ropa vintage. Tomar el ascensor. Caminar hasta el puesto de trabajo, sentir ese olor a bosques y luego... Observar su silueta, imaginar que hay en esa oficina y escuchar a Karin susurrando que soy una tonta, ¡una estúpida! ¡Totalmente estúpida por haber firmado y haber tomado este camino! Por haber querido seguir el instinto de una niña de doce años enamorada del compañero popular de la clase, por haber entrenado, por haber subido ese tren, por encontrarme hoy aquí, viviendo esto, sintiendo esto, escribiendo todo en mi memoria, sólo por él.


—No tienes que torturarte de esta manera —oí a mi espalda. No di la vuelta, Tyler se había sentado a un costado y había lanzado una piedra al lago esperando a que esta diera tres saltos antes de hundirse.

—¿entonces que puedo hacer? Recuerdo que mi madre decía que una vez tomada una decisión, aquella debía hacerse con responsabilidad. Es lo que intento hacer ahora.

—Entonces ese es tu problema: lo "intentas". Y no se trata de intentar, cuando sea el momento no podrás intentar salvar tu pellejo, simplemente tendrás que hacerlo.

—el mío y el de otros cuantos. —Tyler asintió, aclarándome un poco más el panorama

—tienes que saber que... Estas aquí para incluso intentar el sacrificio. Grant es esencial en todo esto y en lo que venga a continuación. Es la última misión que cumpliremos, después de todo ya estamos extintos; los equipos que habíamos logrado sobrevivir se han entregado responsabilizando a los estados para que se encarguen de la justicia. Ahora es nuestro turno, y... Tenemos un gran equipo. Los sobrevivientes cambiarán sus nombres, sus vidas tomarán un giro tanto como para los familiares. No fue fácil encontrar a este tremendo equipo, y si Grant te quiso traer aquí es porque vio algo más que tu belleza. Él te creía capaz de hacer tu parte.

—¿ya no es así?

—no es que no sea así. Pero ustedes dos tienen una relación complicada, y en el trabajo eso es tremendamente perjudicial. Dijo que dejaría tu equipo, es complicado sabes. No tienes idea de que es lo que se ha planeado, que es lo que va a suceder, no tienes idea de nada. No te lo diremos, sabemos que eres débil de mente, es por eso que es fácil manipularte. Te dejas llevar por la adrenalina del momento sin pensar claramente en que es lo que va a pasar, sin pensar en si es que vas a vivir y eso es realmente útil para nosotros. Es probable que no vivas, _____. Y eso Grant lo sabe, yo lo sé, David lo sabe. Es por eso que estas aquí, necesitábamos una vida solitaria, alguien que no fuese de gran trabajo dejar en el olvido, una vida que fuese fácil de desaparecer, de borrar del mapa.

Tall, dark and Handsome | Grant Gustin Where stories live. Discover now