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Camila's POV

Aunque pareciese increíble, la Sede tenía biblioteca, y vaya biblioteca. Las estanterías recorrían toda la sala de punta a punta, de madera oscura barnizada, dejando la zona de las mesas libres que estaba repleta de novatos, tanto enfermeras como iniciados en otras funciones. Aunque pareciese mentira, también había que estudiar para entrar en el ejército.

—No entiendo una mierda. —Decía Dinah negando, dando tachones a sus apuntes con el bolígrafo.

—Sólo te lo tienes que aprender de memoria, ya está. —Respondí en voz baja, escribiendo con letra algo ladeada y apuntada lo que estaba estudiando del libro.

—El problema es que soy inútil. —Estaba casi desesperada, apretando sus sienes con los dedos y cerró los ojos soltando un suspiro.

—No eres inútil, Dinah, sólo... Concéntrate, ¿vale? Léelo mil veces, son conceptos básicos.

—Básicos para ti, eres casi enfermera. —Rodé los ojos negando, decidiendo dejarla con su batalla interna, porque no iba a conseguir nada con ella.

Seguí escribiendo, y aquella hoja de papel amarillento se fue llenando con mi letra desigual, aunque a veces paraba, porque no recordaba muchas cosas, pero la gran mayoría era bastante fácil, no me podía creer que Dinah estuviese tan atascada. Nos enseñaban lo básico, atender heridas, suturas, tipos de antibióticos y medicamentos, todo lo necesario para estar en una enfermería militar.

—Dinah, ¿tú tienes ahí el apartado sobre inyecciones? —Ella negó, rascándose la cabeza con el bolígrafo y la cabeza metida en el libro.

Me levanté de la mesa sin hacer mucho ruido, y caminé por el pasillo mirando los pequeños letreros de las secciones, hasta que llegué a la de medicina. Busqué por la letra i, deslizando mi mirada por el lomo de los libros.

—Inyecciones, inyecciones... —Susurraba para mí misma, hasta que noté una presencia a mi lado. Vi de soslayo la silueta de un militar, que si no me equivocaba, tenía que ser Lauren. —¿Qué? —Pregunté sonrojada porque me mirase de aquella forma, sonriendo de medio lado. Me gustaría verla alguna vez con el pelo suelto.

—Nada, nada. Te veía muy concentrada. —Se giró a mirar los libros de la estantería, y entonces sí que me dieron ganas de reír. Era idiota, detrás de aquella fachada seria y fría, era verdaderamente adorable.

—¿Qué haces en la biblioteca? —Pregunté alzando la ceja, sin dejar de buscar el libro que necesitaba.

—Buscaba un libro. Ya sabes, suelo leer por las noches. —Apreté los labios conteniendo la risa, y asentí un poco.

—¿En la sección de medicina? —Me giré hacia ella, pasándome la lengua por el labio inferior para sonreír con algo de malicia.

—Mmh... —Frunció el ceño cogiendo un libro, casi metiendo la cara en él. —Me gustan las ilustraciones de incisiones en la córnea de un ojo. —Alcé las cejas, cruzándome de brazos con una suave risa.

—Eso no ayuda mucho. Es más bien asqueroso. —Lauren soltó el libro con un suspiro, dejando sus brazos caer a los lados de su cuerpo.

—Está bien, sólo... Quería verte, nada más.

—Eso está mucho mejor. —Dije con una pequeña sonrisa, contagiándosela a ella.

Llevaba el pelo recogido, como casi siempre, la camisa azul y aquellos pantalones negros ajustados, junto a aquellas botas militares. Aunque a veces imponía aquél uniforme, comenzaba a acostumbrarme, y comenzaba a gustarme.

cielos de ceniza; camrenWhere stories live. Discover now