cielos de ceniza; camren

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Camila's POV

Maddox se había caído bajando las escaleras de la Sede y se había hecho una brecha en la ceja. Ni siquiera sé cómo, pero cada tres días estaba aquí para que le cosiese una herida, o le pusiera una inyección. Estaba tumbado y con los ojos apretados mientras yo cosía lentamente.

—No aprietes la ceja, Maddox. —Conseguí hacerle el siguiente punto, y él soltó un quejido. —Sabes... Por más que te hagas heridas inútiles no vas a ser más duro. —Dije riendo.

—No son heridas inútiles. Son heridas de soldado. —Apreté los labios para evitar reírme, y seguí cosiendo mientras negaba lentamente.

—Madx, esta te la has hecho cayéndote por las escaleras. —Terminé el último punto y corté el hilo con las tijeras, cubriendo la sutura con cleptum, frotándolo lentamente.

—Deja de hundirme. —Retiré mi mano y suspiré, poniéndole el vendaje encima como mejor supe, porque él no paraba de retorcerse. Me daban ganas de decirle que se hundía él solito, que debió hacer caso a Lauren y haberse ido al bosque y tomar un barco a Inglaterra. Pero me quedé en silencio y me aparté de él al terminar. —Gracias. —Lo miré en silencio, y él caminó hacia la salida de la enfermería.

Mientras Maddox se iba, vi como una chica caminaba por el pasillo mirando a todo el mundo, sin saber muy bien dónde iba. Le preguntó a Shelley algo, y ella se giró hacia mí, señalándome. La chica se acercó mientras yo me quitaba los guantes.

—Hola, mmh, ¿eres Camila? —Preguntó en voz baja. Asentí con una sonrisa, tirando los guantes a la papelera. —Oh, uhm, te estaba buscando.

—Ya veo. —Solté una suave risa y me puse las manos en la cintura. —¿Qué ocurre? —Era algo más alta que yo, y se acercó algo tímida, sentándose en la camilla. Yo corrí la cortina, poniéndome frente a ella de brazos cruzados.

—¿Conoces a la Sargento Clearwater? —Preguntó muy bajito, y esbocé una sonrisa.

—Es mi novia.

—Oh, oh, uhm... Ella me habló de... De cosas de... Salvar al pueblo. —Tomé aire y lo expulsé por la nariz, asintiendo. —Me dijo que te buscase a ti, que estaría a salvo contigo.

—Claro que estarás a salvo. Aun así, no sé qué tengo que ver yo en todo esto.

—Yo sólo quiero que la gente esté bien, y...  Lo que hace el gobierno, no lo está. —Susurró aún más bajo.

—Entonces ya sé lo que quería Lauren.

Lauren's POV

Me senté en la silla observando la pantalla que tenía enfrente. El mapa de la Reserva se iluminó ante nosotros. Miré a Bronco, él me miró a mí. Supe que tragamos saliva a la misma vez.

—Caballeros, señoras, las revueltas han comenzado en El Desierto. Un grupo de rebeldes se han levantado en armas contra nuestro ejército. También se han levantado en partes de Caladeros, y en la Llanura están comenzando a matar a todos los búfalos.  —El Capitán se mantenía de pie frente a nosotros con las manos a la espalda, estirado, con el pelo engominado hacia atrás. Las arrugas en su cuello habían aumentado, había adelgazado unos diez kilos durante toda la guerra, le estaba pasando factura. —No podemos permitir que eso pase aquí. Tuvimos un traidor entre nosotros, y ya sabéis qué pasó. —Sus ojos pasaron levemente sobre los míos, y se escuchó un murmullo general. —Pero, después de un intenso castigo, podemos confirmar que no tuvo nada que ver. Soportó todo el dolor por su verdad y su orgullo. —El Capitán sonrió, y agaché un poco la cabeza, porque no, no estaba siendo para nada honesta. —Reforzaremos la seguridad, cualquier tipo de infracción será castigada con trabajos forzados en los aserraderos del bosque, latigazos, descargas eléctricas o... En casos más graves, la muerte.