20

18.1K 1.5K 117
                                    

Camila's POV

-La quieres, ¿verdad? –La voz de Maddox me sacó de mis pensamientos. Estaba a los pies de la cama, con el brazo vendado y sujeto en un cabestrillo. No sabía muy bien qué decirle. –O al menos sientes algo por ella. -Asentí levemente, volviendo a mirar a Lauren que yacía tumbada bocabajo en la cama, con un brazo cayendo de la camilla.

-Lo siento. –Fue lo único que acerté a decirle, mientras acariciaba el brazo de Lauren con ternura.

-No importa. –Murmuró él, que esbozó una pequeña sonrisa al mirarlo. No quería hacerle daño, porque él no lo merecía.

-Sí, sí importa. Porque yo no quiero hacerte daño. Eres mi amigo y... -Era consciente de que con aquellas palabras le estaba haciendo aún más daño. –Lo único que quiero es que seas feliz.

-Estoy un poco dolido, sí, pero no será así para siempre, supongo. Tú no puedes estar preocupándote por mí cuando quieres estar con ella. –Esbocé media sonrisa a la vez que él lo hacía, aunque frunció un poco el ceño. –Por cierto, ella no me disparó. No quería matarme... -Se rascó la nuca, casi le dolía admitir que Lauren no era como los demás, que Lauren lo había ayudado. –Me preguntó si estaba herido y me trajo aquí.

-Cállate. –Murmuré negando, levantándome para ponerle una mano en la boca asustada. –No digas eso, no aquí. –Él abrió los ojos y miró a los lados, algo confuso. –No, Madx, Lauren lo hacía con buena intención, pero en el ejército no hay buenas intenciones. ¿Entiendes qué quiero decirte? –Mi voz casi era inaudible, y él asintió lentamente.

-Tú. –La voz de Lauren parecía rota, pero se alzó cuando los dos estábamos en silencio. –Tú, ven aquí.

-Lauren, ¿qué haces? –Intentó levantarse, pero le dolía demasiado como para hacerlo.

-¿Yo? –Maddox se señaló a sí mismo, y ella asintió como podía con media cara apoyada en la almohada. –N-No he hecho nada, s-sólo hablaba con Camila yo...

-Que vengas aquí. –Respondió con voz firme abriendo los ojos, y me aparté para que Maddox fuese con ella.

-Lauren, él no estaba intentando...

-Busca a Beeck, dile que te lleve al bosque. Él entenderá y sabrá qué hacer. –Parpadeé un momento y Maddox se quedó en silencio, mirando a Lauren, luego me miró a mí.

-¿Al bosque para qué? –Preguntó él, y Lauren abrió los ojos levantándose de la cama. ¿Cómo era posible?

-Para que te lleve a un lugar seguro. –Respondió quitándose la vía del brazo, casi arrancándola.

-¡Lauren! No puedes hacer eso. –Lauren me miró con los ojos vidriosos, ladeando la cabeza.

-No puedes decirme qué hacer. –Debajo de aquellos ojos hinchados, casi negros, de su nariz partida y su espalda en carne viva, Lauren estaba enfadada conmigo. La traté como a una mierda por algo que era toda una invención de mi cabeza.

-No le hables así. –Replicó Maddox, y Lauren guardó silencio, sosteniéndole la mirada al chico. A pesar de estar apaleada, seguía siendo tan intimidante como siempre.

-Está bien, Madx. –Dije poniendo una mano en su brazo sano.

-No me voy a ir a ninguna parte. –Lauren se tensó, y vi cómo apretaba los nudillos hasta volverlos blancos. Sus muñecas estaban heridas por las esposas. –Quiero quedarme aquí, quiero... Quiero ser como tú.

-Tú no puedes ser como yo. –Replicó Lauren, cogiendo una camisa azul que había encima de la silla, poniéndosela con máximo cuidado.

-¿Por qué? –Preguntó Maddox, mientras Lauren se abotonaba la camisa con unos cuantos quejidos. -¿Por qué no puedo ser como tú?

cielos de ceniza; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora