Un silencio incómodo se forma en la casa y comienzo a impacientarme.
―¿Y? Dime ¿Qué tenía la bebida?
―Pues... pues...
―Le diré a Camilo ―lo amenazo.
―¡Ja! No le tengo miedo.
―Bueno, entonces... ―Levanto mi celular sonriendo.
―No, no, no, está bien, está bien, te diré ―se defiende.
No entiendo por qué le tiene miedo, Camilo es más bueno que el pan. Aunque ahora que lo pienso, debe ser por esos sexys músculos que tiene.
―Si vas a decirlo, dilo ―insisto.
―Fue solo esa vez, y fue solo un poquito.
―Habla Lex ―ordeno.
―Droga.
―Te mato, te juro que te mato ¡Eres imbécil! Yo estaré loca, pero tú, eres un maldito sin cerebro ¡¿Quién te dio esa porquería?! ―le grito.
―¡Perdón! ¿Sí? Ya sé que me equivoqué. Por favor, Carina, no me odies.
Camino y me siento.
―Eres un idiota. ―Empiezo a sentirme mareada.
―¿Te encuentras bien? ―Se me acerca preocupado.
―Sí, sí. Una pregunta más ¿Recuerdas con quien estuve esa noche?
―No, para nada ―dice avergonzado―. No me acuerdo nada de esa fiesta.
Otro rincón sin salida.
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Estoy embarazada ¡¿De quién?! #2
Teen Fiction―No más fiestas alocadas. ¿Qué? ―No más alcohol. ¡¿Qué?! ―Y lo más importante ¿Quién es el padre? ¡¿Eh?! Que me parta un rayo, eso me pregunto yo. Estoy embarazada pero... ¡¿De quién?! Esto debe ser karma. --- 29/06/16 #25 en historia corta 01/07/16...
