Estoy embarazada ¡¿De quién?! #2

100. Su mundo

Admito que no sé cómo encarar a esta mujer, pero mi exsuegra debe tener la información que necesito o al menos una parte, aunque iré con cautela con mis palabras.

―¿Por qué el cambio repentino? Que yo recuerde, usted me adoraba.

Ella se ríe.

―Un trato, simple conveniencia.

¿De qué habla?

―¿Usted fue quién convenció a Máximo de terminar conmigo? ―Entrecierro los ojos.

―Yo y unos cuantos más. Verás, niña, no eras, ni eres, ni nunca serás de la talla de mi hijo. Tú solo eres basura y yo no hablo con basura, así que déjame pasar.

―¿Por qué? ¿Por qué no tengo dinero ni mansiones ni soy rica? Eso es una estupidez.

―No es una estupidez, es lógica, son de mundos diferentes, él es rico y tú eres pobre. Tu clase y la de él son muy diferentes. No hay nada que te pueda unir a su mundo, así que apártate de mi camino. ―Esta mujer tiene una mente tan cerrada que hasta aburre escucharla hablar.

―No me interesa "su mundo" como usted le llama, a mí solo me interesa la alegría de vivir. ―Sonrío―. Y déjeme decirle algo, usted es una infeliz, necesita una fiesta, anciana. ―Me voy dejándola más furiosa que antes.

¿Qué concluyo de esto? Su familia puede que sea más turbia de lo que pensaba.