Estoy embarazada ¡¿De quién?! #2

28. Caer muy bajo

Un nuevo día comienza y... ¡Maldita lluvia, me olvidé el paraguas!

Voy de camino a la universidad mientras me mojo el cabello. La buena noticia es que ya hice que Lex me limpiara el cuarto, bueno ese apartamento pequeño que... Aún le debo el dinero a Camilo del alquiler.

¡Maldita sea!

―¡¿Dónde hay un paraguas cuando lo necesito?! ―grito y la lluvia se detiene en mi cabeza―. ¿Eh? ¿Magia? ―Me sorprendo.

―Si me consideras mágico me aumentarás el ego. ―La voz del infierno.

Giro y lo veo.

―Me equivoqué, es desgracia.

―¿Desgracia? Pero si te estoy cubriendo de la lluvia.

―Cállate, Máximo, y aléjate si no quieres otra patada en tus partes ―digo más enojada.

―Si me alejo, te vas a mojar ―sugiere y se acerca más.

―Prefiero mojarme.

―¿Entonces por qué no estás moviéndote? ―Levanta una ceja con su sonrisa molesta.

―Touché. ―Me giro y él me detiene con su otra mano―. Suéltame.

―¿No me vas a perdonar nunca? ―me susurra al oído y siento como mis mejillas se sonrojan.

¡Maldita sea! Acabo de caer muy bajo. Le pego un codazo y salgo corriendo. Sigo lo más rápido que puedo, llego a la universidad, entonces visualizo a mi tatuado.

―¡Camilo! ―lo llamo.

―¡Cielos, estás mojada! ―Se preocupa y se acerca―. ¿Dónde se encuentra tu paraguas?

―Me... Me lo olvidé ―digo nerviosa, miro la entrada y veo llegar a Máximo, entonces giro la vista―. Vamos al aula.

―¿Tienes fiebre? ―Camilo toca mi frente mojada―. Estás roja.

―Estoy estúpida, eso estoy. ―Me dirijo al aula.

Acabo de caer bajo, muy bajo, recordando el pasado.