Estoy embarazada ¡¿De quién?! #2

43. Sobria ¿Contigo? ¡Jamás!

Intento abrir la puerta, pero me es imposible, me giro y vuelvo a mirar a Máximo.

―Déjame salir ―exijo y él sigue con su sonrisa hipócrita.

―¿Tanto miedo me tienes, cariño?

―Deja de llamarme cariño, tú y yo no somos nada, menos para estar en un hotel.

Vuelve a reírse y me exaspero.

―No tiene nada de malo.

―Tengo que volver con Milen ―apenas lo digo frunce el ceño.

―¿Tu mundo liberal no se te estás yendo un poco de las manos? Lex, Camilo y ahora Milen.

Sonrío.

―Te faltan muchos nombres más ¿Y cuál es el problema? Creí que te gustaba que fuera de esta manera.

Camina hasta mí, volviendo a sonreír y poniéndose a tan solo centímetros de mi cara.

―Admito que tu estado de mujer fatal me apasiona. ―Me mira de arriba hacia abajo y vuelve a subir a mis ojos―. Pero si no compartes me aburro ―susurra cerca de mis labios y aunque quiera retroceder tengo la puerta detrás.

―¿De verdad? ―Levanto una ceja―. Que yo sepa aparte de esa vez, ya nos hemos acostado ¿Dónde dices que no comparto?

―Estar borracha no cuenta. ―Se ríe.

―Sobria ¿Contigo? ¡Jamás! ―Ruedo los ojos y expreso lo último en alto.

Algo de lo que dije me confunde, admito que lo he hecho con él ¡Siempre! Ha sido ebria, porque en ese estado no me importa nada. El problema es, ¿y si en la fiesta tampoco me importó nada? Lo peor, él no quiere decirme qué pasó, él es el único que se acuerda ¿Consigo algo si le doy lo que quiere? Rebajarme a eso es caer muy bajo, pero, ¿y si...?