118. Nuestra plaza parte 2

3.5K 184 5
                                    

Me visto, intento evitar a mi madre, aunque me ve, pero no le doy tiempo a acotar sobre mi panza y salgo corriendo a esa plaza. Es bueno hacer ejercicio, siempre y cuando no te alcancen. Por suerte, soy una experta en eso.

Al llegar a la plaza, nuestra plaza, se me remueven muchas cosas ¡Estúpido Máximo! Aquí estoy en desventaja. Lo golpearé cuando lo vea.

¡Ahí está!

Parado dónde me temía.

―Encima en frente de este árbol ¡¿Por qué?! ―digo furiosa―. No me vas a convencer con jueguitos psicológicos.

Se gira para verme y sonríe.

―Antes que nada, quería pedirte disculpas.

―¿Y por qué es esta vez? ―Ruedo los ojos.

Se me acerca y agarra un mechón de mi cabello.

―Por el papelón que te hice pasar en la casa de Nico.

Le quito la mano.

―¿Menos sutil no podías ser? ―nótese mi sarcasmo.

Se ríe.

―Admito que no fue la mejor forma, pero ambos sabemos que mis ideas para contigo, nunca terminan bien. ―Señala el árbol―. ¿Recuerdas? Terminé golpeado cuando quise colgar el cartel en la rama más alta.

―Sí, me acuerdo, me quejé porque escribiste mal un cálculo ―me burlo.

―Yo adolorido y tú quejándote por una cuenta mal hecha.

―¿Disculpa? ―Levanto una ceja―. No es mi culpa que yo sea una genia en matemáticas y tú un burro con las cuentas. ―Me río.

―Pues era un adorno, lo que importaba era lo que decía en medio del cartel ―se defiende y me sonrojo.

―Ya no importa lo que decía ese cartel.

―Decía "Señorita pudorosa, me he enamorado de usted, por favor salga conmigo, quiero cada día darle un trozo de mi corazón y cuando lo tenga completo..."

―"Cuando lo tenga completo, ¿puede cuidarlo con su amor?" ―lo interrumpo terminando la frase y sonrío―. Bien cursi, admito que a Carina pudorosa, le emociono mucho, pero a la atrevida no le remueve ni un poquito.

―Y al actual Máximo le parece patético, ya que estamos hablando en tercera persona. ―Sonríe también y yo frunzo el ceño.

―No es patético, es lindo un gesto así. Con todo el dinero que tienes, pudiste haber pedido que lo hicieran por ti y sin embargo... ―Me detengo ¡Maldita sea! Caí en su trampa.

Estoy embarazada ¡¿De quién?! #2Where stories live. Discover now