Estoy embarazada ¡¿De quién?! #2

110. Especial Máximo: ¿Quién soy yo?

Máximo

Me encuentro sentado en el gran comedor de la mansión, toda la familia está aquí y también la molesta de Karen. Habla, habla y habla ¡No para de hablar! No sé si es que es un loro o yo estoy irritado.

―Maxiu ¿Me estás escuchando?

No, para nada.

―Sí.

―¿Y qué dije? ―Frunce el ceño.

―Muchas cosas. ―Me levanto.

―Máximo ¿Qué haces? ―Mi madre me llama la atención.

Sonrío.

―Hago cosas de mala educación. ―Me voy de allí, pero Karen me sigue―. ¿Y tú qué quieres? ―exclamo arisco.

―Ahora que estamos solos, quería aclararte algo ―dice nerviosa.

―¿El qué? ―Bufo.

―Me gusta tu hermano. ―Se sonroja.

¿Qué?

―¡¿Qué?! ―Estoy sorprendido.

―Así que desde ya, te voy avisando que voy a usar mis armas de mujer para conquistarlo. Pero mi padre no se puede enterar, ¿entendiste? ―lo dice en tono de orden.

―¿Me estás diciendo que te casas conmigo, pero te vas a perseguir a Nicolás? ¿Qué tienen todas las mujeres con él?

―Tiene carisma. ―Sonríe―. Y sí, te estoy diciendo que me caso contigo igual.

Ruedo los ojos.

―Haz lo que quieras. ―Salgo de la casa.

No me importa de todas formas esta mujer, solo me causa gracia. Pobre Nicolás, hasta me río de la situación.

Sin prestar atención, me choco con una chica y esta se cae.

―Ay, ten más cuidado ―se queja.

La ayudo a levantarse y noto en su brazo un tatuaje conocido.

―¿Tú no eres... ¿La amiga de Camilo? Tiffany, ¿no?

―¿Eh? Sí, soy yo. ―Se sorprende―. Y tú... ¿Quién eres?

―Soy su compañero de materia en la universidad. ―Sonrío―. Mi nombre es Máximo. ―Una idea pasa por mi cabeza―. Tú... ¿No eres la que lo ayudó a cruzar la frontera? Ya sabes, para conseguir esos medicamentos. ―Sé más de Camilo de lo que parece.

―¡Vaya! Conoces la historia ¿Por qué lo preguntas?

―Necesito tu ayuda. ―Creo que me he vuelto loco o estoy desesperado.

Desde que me enteré de que Carina está embarazada, no pienso en otra cosa más que en alejarla de mi familia ¿Por qué? Me preocupa, no solo ella, también mi hijo. Si ellos se enteran, la obligarán a abortar, por las buenas o por las malas y eso no puedo permitirlo.

Esta Tiffany parece mi solución.

¿Quién soy yo? Un padre desesperado.