CAPÍTULO 17

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Team – Lorde

Lauren's POV

Ashley era una de las cocineras que ayudaban en la cocina. Tendría 23 años, no mucho más. De ojos azules y pelo rubio, pero creo que era teñido. Siempre me quedaba observándola desde el office, donde fregaba los platos, pero desde que Gregor me hizo camarera había empezado a hablar un poco más conmigo. Al principio pensé que era porque ahora tenía un puesto más 'alto' en el restaurante. Luego me di cuenta de que era porque estaba detrás, nunca hablaba y salía la última de trabajar.

Aquél día terminamos tarde, eran sobre las dos y media de la mañana, y es que un grupo de ejecutivos de una importante empresa vino a cenar. Incluso hizo que aquella noche Gregor cerrase el restaurante para tener privacidad. Me pareció bastante exagerado aquello en un principio, pero cuando escuché las cosas de las que hablaban esa idea se borró de mi cabeza. Las cantidades de dinero que se movían en aquella mesa eran desorbitadas, tampoco me enteré muy bien sobre qué hablaban, ni siquiera me interesaba.

—Eh, te he dejado un plato con osobuco para que cenes ahora. Yo tengo que irme. —Michael me dio un golpe en la espalda mientras metía su chaquetilla de pinche en la maleta.

—Muchas gracias. —Sonreí acercándome a la mesa, cerca de los fogones, retirando la tapa que había puesto encima del plato.

—Mañana me dices si está bueno, si le falta sal, si... —Yo ya tenía el primer bocado en la boca y asentí señalándole la puerta.

—Mañana, mañana. —Él se echó a reír, sabía que me iba a gustar de todas formas. Michael tenía un talento especial para la cocina, de hecho aquél trabajo de pinche no era ninguna tontería para ganar dinero. Había empezado como friegaplatos, pero echaron al pinche que lo precedió. Lo ascendieron, y yo lo sustituí. Ponía mucho esfuerzo en lo que hacía, a veces incluso me llamaba en mitad de la noche para preguntarme si estaba segura de que me había gustado el plato que había hecho ese día.

—¿Está rico? —La voz casi juguetona de Ashley llamó mi atención, y levanté la mirada del plato con la boca llena. Tragué de golpe.

—Uhm, sí, ¿quieres probarlo? —Cogí un trozo de carne que casi se derretía en el tenedor y se lo llevé a la boca, haciéndola reír.

—Se te olvida que ese plato en parte también lo he hecho yo, ¿verdad? —Eché la cabeza hacia atrás con un suspiro, dejando el plato vacío en el fregadero.

—Soy muy despistada. —Ashley se agachó para coger su bolsa, y entonces surgió la oportunidad que llevaba días esperando. —Oye, Ash. —Su mirada se fijó en mí al instante en que pronuncié aquél diminutivo. —Ashley. —Rectifiqué, pero ella no estaba molesta, fue producto de mi imaginación.

—Oye, Lauren, estoy cansada. ¿Quieres que te lleve a casa y en el coche me lo cuentas? —Me paralicé al instante en que escuché aquellas palabras.

—S-Sí, claro.

Caminamos fuera del restaurante y su coche estaba aparcado en la acera de enfrente. No sabía si debía hacer eso, en parte quería ir con Camila. Sus noches últimamente eran muy solitarias, pero... Ella tenía novio, ¿no? Suponía que él iría a verla.

—¿Qué querías preguntarme? —Arrancó el coche mientras yo me ajustaba el cinturón y tragué algo de saliva.

—Tú... Tú has estado con muchos chicos, ¿verdad? —Fruncí el ceño. Aquello había sonado fatal. —A ver, no con muchos, sino con chicos. Con gente. Es decir... Yo no he tenido relaciones y tú sí. Eso, eso quería decir. —Suspiré apoyando la cabeza en el reposacabezas del asiento.

blue nighttimes; camrenWhere stories live. Discover now