24. La rendición.

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Jungkook estaba sentado en las sillas de plástico que tenían en la sala de espera del hospital. A su lado se encontraba un decaído Jimin con la cabeza apoyada en las piernas. La mano del castaño viajaba de arriba hacia abajo en la espalda de su novio, era lo único que podía hacer en esos momentos para calmarlo.

Cuando la secretaria del señor Park les dio la noticia ambos chicos preguntaron dónde estaba Yun y corrieron para verla. Como era de esperarse el padre de los hermanos Park se quedó en su oficina sin siquiera preguntar qué había pasado con ella.

Por lo que les habían explicado al llegar Yun había caído por las escaleras golpeándose fuertemente en la cabeza, en este momento estaban suturando la herida y debían estabilizarla. Jimin entró en shock apenas escucho lo que había pasado, dejo caer su cuerpo en el asiento y no dijo ni una palabra más. Por otro lado Jungkook era el que estaba manejando la situación con el doctor y las enfermeras para que así el peli-naranja no se agobiara más de lo que ya estaba.

Todo se sentía muy irreal para Jimin. Apenas el día anterior había estado con su hermana y parecía normal dentro de todo. Nunca se le hubiese pasado por la cabeza que algo así podría pasarle y esa era la razón por la cual presentía que había algo más detrás de todo esto. Con su cabeza echa un lío se dedicó a organizar sus pensamientos. No podía darse el lujo de ir al lugar a averiguar qué había pasado, no se sentía capaz de dar ni un solo paso afuera de aquella habitación hasta que le dijesen que su hermana estaría bien. Por ahora lo único que podía hacer era quedarse ahí, esperando.

Jungkook no podía quitar la vista de su novio, lo veía tan frágil en ese minuto, como si de un vidrio se tratase. El también estaba preocupado por la pequeña Yun, a pesar de conocerla hace tan poco le había tomado un gran cariño a la chica, y es que claro, a pesar de que la gente la considerara una retrasada por su enfermedad el castaño estaba completamente seguro que era muy inteligente y una niña muy tierna. Agregándole también el enorme parecido de ella con su hermano mayor, ambos habían conquistado su corazón de distintas maneras.

Los hermanos Park eran la nueva familia de Jungkook.

La sala de espera era fría y tosca. Jungkook entendía porque a la gente no le gustaban los hospitales, pareciera que estuviesen hechos para recibir malas noticias. En la mente del menor los pensamientos divagaban de un lado a otro deteniéndose en Jimin.

Porque él era el dueño de su mente.

Apenas habían pasado unas horas desde que se enteró que Jimin había hecho un trato con su padre para trabajar en la empresa. Jeon no entendió del todo a que se referían ya que no hubo tiempo para explicaciones, tuvo que mantenerse en silencio para no molestar a peli-naranja quien estaba hecho un lío por lo que había pasado con Yun. A pesar de intentar sobre ponerse frente a la situación no pudo evitar sentirse triste y desolado al no entender nada de lo que pasaba. ¿Acaso Jimin planeaba dejarlo por órdenes de su padre?, ¿estaba siendo obligado a hacerlo o era mera decisión del chico? Dudas como estas no dejaban en paz al castaño.

Temía perder a su chico.

Una hora pasó antes de que un doctor se acercara a ambos chicos para informar en qué estado se encontraba Yun. El primero en ponerse de pie fue Jimin seguido el Jungkook quien se ubicó detrás de él para oír lo que decían.

– ¿Familiares de la paciente Park Yun?

– Soy su hermano –responde Jimin.

– Lamento informar que no hemos logrado estabilizar a la paciente. El golpe ha sido directo en la zona baja del cerebro, la cual es muy complicada de operar ya que hay un montón de nervios en juego. Además la paciente llego en estado de deshidratación y baja en peso, en aquellas condiciones se me hace imposible poder intervenirla quirúrgicamente.

Café para dos ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora