25. Golpe final.

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No sabía nada de Jimin hace más de dos horas y la paciencia se le estaba agotando al pobre de Jungkook.

En el hospital tampoco había respuesta sobre el estado de Yun. Las enfermeras seguían diciéndole que se tranquilizara y que estaban haciendo todo lo posible para estabilizar a la chica. A pesar de las buenas palabras del equipo médico la cabeza de Jungkook estaba a punto de explotar. Necesitaba saber que estaba pasando con Jimin y los padres de este.

Sacó su teléfono por milésima vez del bolsillo para marcar el número del peli-naranja, para su mala suerte nuevamente lo pasaba directo al buzón de voz.

Froto su cara con cansancio, no estaba seguro de cuánto tiempo más podría resistir aquella situación. Si ya se le hacía difícil estar ahí rogando en su interior de que Yun estuviese bien, el silencio por parte de Jimin lo hacía sentir muchísimo peor. Y es que no podía evitar comenzar a divagar y llenarse la cabeza de ideas.

"No, Jungkook. Todo está bien. Jimin ya va a regresar y sin problemas."

Aquel era el mantra que se repetía a sí mismo para calmar las ansias de salir corriendo para averiguar qué pasaba con el ojinegro.

Pasaban los minutos y aún no había respuesta. Marco una vez más el número de Jimin pero al obtener el mismo resultado que las veces anteriores desistió de la idea. Trato de relajarse jugando con su teléfono pero no había caso. Jungkook necesitaba saber qué pasaba o definitivamente se volvería loco a causa de la espera.

Cuando ya estaba con los nervios a flor de piel la puerta del ascensor que se encontraba en el pasillo se abrió dejando ver una cabellera naranja salir de ella. Instantáneamente Jungkook se levantó de la silla plástica para correr a abrazar a Jimin pero se detuvo.

Porque el chico no venia solo.

El señor Park iba detrás de él con una sonrisa burlona estampada en el rostro. Jungkook se quedó inmóvil buscando en los ojos de Jimin alguna respuesta, pero el peli-naranja ni siquiera lo miro.

Algo andaba mal.

Observo como Jimin junto a su padre se acercaban directamente al mesón donde se encontraba la enfermera de turno. Jungkook no pudo evitar acercarse lentamente para poder escuchar que decían.

– Necesito firmar un traslado para Park Yun –habla Jimin captando la atención de la mujer.

– Claro, llene esta forma mientras le informamos al Doctor que atiende a la paciente.

Jungkook sonríe al darse cuenta de que Jimin había logrado su cometido, gracias a eso su pecho se sentía mucho más ligero, Yun tendría oportunidad de mejorarse.

El castaño se acercó a su novio por la espalda y tocó su hombro para llamar su atención. El aludido se dio vuelta y miro a Jungkook.

– Veo que conseguiste que firmara –le dijo Jeon al ojinegro y de inmediato escucho la tos falsa del señor Park.

Jimin miró a su padre y bajo la mirada antes de responder.

– Debes irte, Jungkook.

Al castaño se le congeló el aliento apenas escucho las palabras provenientes de la boca del peli-naranja. ¿Qué estaba pasando?

– ¿Disculpa? –interroga a Jimin sin poder creerlo.

– Tienes que irte, esta instancia es solo para la familia...

Un vacío inundó su estómago. No podía ser real lo que estaba escuchando. Su Jimin jamás le diría algo como eso porque él sabía que Jungkook los consideraba a él y a Yun como su familia.

Café para dos ◆ Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora