La vida a su lado

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11/12/2014

Cloe

Desde ésta posición veo empezar a caer uno a uno los copos de nieve, con su manera seductora en la que de a poco van llenando los árboles, las calles y las casas de alrededor de un blanco casi perfecto.

Desde muy pequeña, me ha gustado sentarme frente a esta ventana por horas a observar éste celestial regalo de la naturaleza. Es muy fácil perderse en ellos, te distraes del todo. Son mi único escape de la realidad. Cómo esas veces en las que quisieras salir corriendo de tus problemas, de tu vida y no mirar atrás, esa sensación de querer olvidarte de todo por aunque sea unos minutos.

Sé bien que eso es imposible, pero puede aliviar aunque sea un poco el dolor en mi pecho. Acá sentada soy yo misma, no tengo que fingir nada a nadie, ni tampoco aparentar lo que no soy, así que simplemente me dejo llevar. Y es debido a este pequeño momento de escape que desde pequeña lo he hecho.

En un par de semanas será navidad, nunca me han entusiasmado mucho estas fechas, pero me consuela el saber que esta vez es diferente, ya que son las primeras vacaciones en donde no las pasaré, como es de costumbre, en ésta casa. Felipe, mi padrastro, no parece gustarle para nada la idea, dice que soy muy joven para irme por tanto tiempo de casa...

Yo aún trabajo en hacerle entender que estoy creciendo, que ya pronto seré mayor de edad, y que no podrá mantenerme encerrada aquí por siempre.

Pasar las últimas semanas con Greg y su familia no me agrada del todo, iremos a una de las más hermosas Playas de Dubái, lo cual significa estar en traje de baño la mayor parte del tiempo... y eso solo logra intimidarme un poco, de hecho no tengo un cuerpo de admirar... Lo único que me anima de nuevo es pensar que estaré la mayoría del tiempo con Greg.

Estoy ansiosa, emocionada y nerviosa, todo al mismo tiempo.

Intento distraer un poco mi mente y me fijo en "Matty" (mi cachorro), tratando de cazar los copos de nieve que caen en el patio delantero.

–¡Cloe!– escuché a Felipe llamar por la puerta. –Ya están afuera esperándote. ¿Estás lista?

–Sí papá, en unos segundos salgo.– Felipe me ha criado desde pequeña y es como mi verdadero padre, por lo tanto nunca le vi ningún inconveniente en llamarlo "papá". Puesto que a mi padre biológico nunca lo conocí.

Me levanto rápido del sofá y tomo mis maletas.

–¿Quieres que te ayude a bajarlas?– me pregunta abriendo la puerta haciendo un ademán hacia mis pesadas valijas.

–Sí, Gracias papá– le digo entregándole la más grande, y comenzamos a bajar hasta la sala de estar.

He vivido en ésta casa por años, solíamos ser papá, mamá y yo. Hasta un día en que al volver del colegio, había una pequeña nota en el mostrador de la cocina con la letra de mamá en ella:

Mi vida,

Lamento dejaros con Felipe pero entiende que a dónde voy, no puedo llevarte. Lamento también decirte que ya no podrá ser posible que volvamos a vernos.

Te amo y dile a Felipe que no me busque.

Besos,

Mamá.

Aún duele recordar eso. Sólo Steve, mi unico y ex mejor amigo, tiene conocimiento de lo que pasó ese día, fue él quien me motivó a mantener la nota guardada como un recordatorio de lo que realmente soy para ella.

–Hola mi niña hermosa– susurra Greg a mi oído. La sensación de tenerlo tan cerca me causa escalofríos poniendo toda mi piel erizada. Es inevitable sentir como mi corazón martillea con fuerza, como siempre sucede cuando lo veo.

Al Otro Lado De Mi Vida © ✔️Where stories live. Discover now