Recuerdos

182 13 9
                                    

Cloe

Cada amanecer a su lado es mágico, es un sentimiento inexplicable ver como día con día los rayos del sol se proyectan sobre su hermoso rostro mientras duerme, jugando con sus redondos y grandes ojos marrones cubiertos delicadamente por unas espesas pestañas. Sin duda ver cada lunar esparcido curiosamente por sus pómulos, acariciando esos pequeños hoyuelos cada vez que me sonríe es algo que me quita el aliento, es inexplicable como su deslumbrante y tierna mirada ha logrado enardecer mi frío corazón.

Estar frente a tan maravillosa creación me hace preguntarme siempre lo mismo: ¿Cuántas veces seré capaz de perdonar? ¿Cuántas veces estaré dispuesta a dar mi vida por alguien más? y sobre todo ¿Cuántas veces podré volver a amar?... He pasado días enteros preguntándome lo mismo y al principio mi respuesta era más que obvia después de lo que me ha tocado vivir >>Yo definitivamente no sería capaz de hacer ninguna de esas tres cosas, el odio que sentía hacia los demás era más fuerte y prominente que mi antiguo altruismo.<<

Pero ahora, contradictoriamente sé que es posible volver a perdonar, volver a luchar y dar tu vida por alguien más, pero sobre todo volver a >>amar<<, amar de verdad y tener la certeza de que ese amor siempre será correspondido.

Aunque suene irónico.

(***)

Un año atrás.

Veo a Greg caminando a paso veloz por la calle, lleva sus puños cerrados con fuerza a cada costado, su cabello lo lleva más corto a como recuerdo lo vi la última vez, mi corazón martillea con tanta fuerza como sucede siempre que le veo, haciendo que se vuelva difícil respirar. Quisiera poder ir corriendo tras él y enfrentarlo, decirle todo lo que ronda por mi cabeza, decirle que lo extraño, decirle que estoy dispuesta a estar con él a pesar de que sea mi medio hermano, decirle que quiero perdonarlo y dejar todo en el pasado, decirle que mi corazón siempre ha sido suyo... pero al fijarme de nuevo en su camisa ensangrentada caigo de vuelta a la realidad y todo ese peso que solo él puede alivianar cae sobre mis hombros aplastándome, haciendo que mis pies permanezcan clavados al pavimento y el enorme nudo en mi garganta no me permita gritar su nombre.

–Señorita, hemos llamado a una ambulancia para su novio, no tardarán en venir.– un señor con su cabello cubierto de canas y de aspecto amigable me habla reconfortante obligándome a verle.

–Gracias– es lo único que puedo decir. El señor asiente y se aleja. Rápidamente vuelvo a buscar con la vista a Greg, pero le he perdido el rastro.

Toda mi vida se va con él.

–¡¡Gregy!!– grita una voz ya familiar. –¡¡¿Gregy en dónde estás?!!– reconozco a la perfección esa demoníaca voz, me niego a voltear y toparme con ese escuálido rostro. Así que permanezco de pie con la vista hacia donde vi por última vez a Greg, dándole la espalda a toda la multitud.

Una mujer alta y delgada pasa corriendo a mi lado gritando eufórica por Greg y agradezco que ella no me haya reconocido. La veo alejarse cada vez más hasta que ya no se ve su plástico cabello agitarse con cada paso que da. Nunca dejaré de sentir la bilis subir por mi garganta cada vez que veo a Coraline.

¿Qué demonios hacía Greg con esa mujer aquí? ¿Acaso han vuelto a estar juntos?

Por Dios, es Greg de quien estoy pensando, es más que lógico que ante la primera oportunidad ha vuelto con ella. Me detesto por ser tan ingenua y por haber tenido una pequeña luz de esperanza al creer que ha venido por mí como tanto soñé al escribirle esas cartas. Gracias Dios por permitirme ver la realidad y por no salir corriendo como una tonta tras él.

Al Otro Lado De Mi Vida © ✔️Where stories live. Discover now