Reloj

161 15 3
                                    

Cloe

Hoy es otra de esas noches en las que por más que de vueltas y me acomode en la cama no puedo dormir. El tic toc del reloj en la pared marca segundo tras segundo al ritmo de mis latidos, cada vez más lento penetrando en mi cabeza y todo a mí alrededor se detiene.

Es la una de la madrugada y estoy en la misma posición por más de dos horas despierta sin poder conciliar el sueño.

Han pasado diez días desde que escapamos de la casa del señor Valvoa, me sorprende la habilidad de Nithan para huir sin ser detectado. Los primeros tres días nos hospedamos a unos cuantos metros de una hermosa playa en Puerto Rico, era bastante acogedora la habitación; por el día todo era maravilloso, el clima, la fresca briza del mar, el repicar de las olas... De no ser por la situación en la que me encuentro y de que todo eso me recordaba a Greg, puedo jurar que habría sido perfecto.

Al contrario de mi, Nithan lucía frustrado y agotado, y lo entiendo en cierto modo porque se bien que no es nada fácil dormir en el suelo, ¿O sí?, por supuesto que no. Desde esa noche, no he vuelto a estar con él, no de esa forma, admito que hemos compartido uno que otro beso inofensivo, pero nada más y ahora que me ha golpeado la realidad nada ha sido tan sencillo como pensé anteriormente.

No sé a dónde es que él me lleva o en donde vamos a pasar el resto de nuestras vidas, sin embargo, de lo que sí estoy segura es que siempre estaré escapando de algo o de alguien, lo demás es un misterio para mí pues me niego a saber la verdad que me oculta ese sobre negro, Nithan simplemente me dice que confíe en lo que hay dentro del sobre y eso es lo que intento hacer, pero es demasiado complicado, inclusive para alguien tan curiosa como yo.

Al cuarto día tomamos un avión con destino a Panamá, las cosas no han cambiado mucho desde entonces, por el día ambos nos la pasamos bien, disfrutando uno del otro, pero por la noches vuelvo a encerrarme en una burbuja y él resignado duerme a mi lado, claro, en el suelo o en el sofá... a excepción de hoy. Hoy decidí que era injusto el que yo estuviera tan cómoda en una enorme cama y él en una dura superficie. Por supuesto que él duerme a un lado de la cama y yo en el otro, y ninguno se atreve a cruzar la barrera imaginaria que he creado entre ambos.

No estoy segura de cómo debería sentirme o cómo actuar ante él, es muy extraña esta situación, lo nuestro es extraño. Lo conozco cada día un poco más pero eso ayuda en nada a liberar la tensión que se ha plasmado entre ambos... y sé bien que es por mi culpa. Nithan ha hecho hasta lo imaginable por hacerme sentir bien, es atento, carismático e incluso detallista. Y yo, yo parezco una fría y dura roca sin tacto.

Y admito que eso es porque todavía extraño a Greg, no tengo la mínima idea de cómo está o peor aún, con quién lo está. Intento infructuosamente día tras día con sacarlo de esta maraña de pensamientos que me aturden, pero resulta agotador e imposible así que por las noches en las que suelo pasar en vela me tomo un tiempo para escribirle cartas, cartas que él posiblemente nunca leerá. Me detesto y me siento tan culpable por eso, y siendo sincera conmigo misma Nithan no se merece a alguien como yo, él es muy gentil conmigo y me trata bien... pero él no es Greg. Mi Dios, tengo que borrar a Greg de mi mente a toda costa y apartando a Nithan de mi lado nunca lo lograré.

Nithan me ha comprado este nuevo diario, pensando que tal vez así pueda desahogarme un poco, aclarar mis pensamientos, desahogarme y acercarme un poco más a él, y creo que por fin está dando su fruto.

–Nithan– hablo por lo bajo. –Nithan, ¿estás despierto?– vuelvo a hablarle acariciando su descubierta espalda, a pesar de que estamos en invierno hace un calor de los mil demonios en este lugar. Lo escucho hacer un extraño sonido, la cama se hunde y puedo sentir como extiende su brazo y enciende la lámpara de noche dándose la vuelta y me mira somnoliento.

Al Otro Lado De Mi Vida © ✔️Where stories live. Discover now