11. 25 días

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Pasaron exactamente tres semanas y cuatro días antes de que Clarke y Lexa volvieran a verse. Lexa ha quedado varias veces con su hermano Bellamy durante ese tiempo, pero siempre a solas, y como es obvio, continuamente intentando evitar el tema de Clarke, porque cada vez que Lexa oye su nombre no puede evitar que su corazón dé un respingo. Para tranquilidad de ambas, Bellamy sigue sin sospechar nada.

Para Lexa ha sido muy difícil ese distanciamiento. En más de una ocasión estando a solas en su casa o en el trabajo cogió su teléfono con la intención de llamar o escribir a Clarke. Necesita saber de ella, pero también necesita sacarla de su mente. Así que igual que lo cogía, volvía a dejar su móvil donde estaba, sacándose la idea de la cabeza. Todo era tan extraño. Intentó seguir con su vida normal yéndose a casa de completas desconocidas, como siempre ha hecho, para practicar un sexo que pronto le resultó vacío. Por muy guapas que fueran, por mucho que intentaran complacerla, ella solo podía pensar en esa rubia, en su sonrisa, en sus ojos azules mirándola fijamente, en sus electrizantes besos, en las palabras que le susurraba al oído mientras se entregaba por completo a ella...Sin quererlo y sin poder evitarlo, por primera vez en su vida, siente que podría estar enamorándose de alguien, y sabe perfectamente que es el error más grande de toda su existencia, porque ese sentimiento no solo la dañará a ella. Y aunque se siente mal, aunque siente ese vacío cada vez que está en la cama con otra, es algo que no puede evitar. El sexo es algo instintivo, una necesidad que tiene que saciar casi a diario aunque no lo disfrute de la misma manera que antes. Y ya que no puede hacerlo con quién más quiere, al menos el saltar de cama en cama le sirve para sacarse la frustración que le crean esos sentimientos.

Por su parte, Clarke tampoco se ha olvidado de Lexa. Ya que añadiéndole el aliciente de tener a su hermano al lado casi a diario, le ha sido completamente imposible hacerlo. Cuanto más quiere olvidarla, más piensa en ella. Muchas noches en esos 25 días, se ha encontrado en su cama recordando sus besos y sus caricias. Incluso haciendo el amor con Bellamy le ha sido casi imposible evitar que la imagen de su perfecta amante femenina apareciera ensu mente. A veces deseaba llamarla, simplemente por oír su voz o saber de ella, pero al instante se arrepentía y echaba atrás esa idea. Sabe perfectamente que si hablan a solas, sus sentimientos volverán a aflorar y quiere evitarlo antes de que vayan a más. Aunque quizá ya es demasiado tarde para eso. Más de una vez se ha encontrado sonriendo a solas al recordarla, o simplemente sintiendo como su corazón da un vuelco cada vez que Bellamy la nombra, y no por el miedo a ser descubierta, si no por lo que esa chica de pelo castaño, ojos verdes y labios carnosos la hace sentir. No puede sacar de su cabeza esa mirada que lo cambió todo. Ese instante en el que sus miradas se conectaron la última vez que estuvieron juntas en la cama. Como su corazón latió desbocado al notar el cambio en los ojos de Lexa, esos verdosos ojos que hablaban por sí solos, dejándole ver que ella no es la única que siente que hay algo más que ese deseo incontrolable entre ellas.

Ese caluroso día de verano, después de esos 25 días desde su último encuentro, es el cumpleaños de Lexa. Y aunque al principio Clarke se negó diciendo que tenía cosas que hacer, Bellamy insistió mucho en que asistiera a la fiesta sorpresa que le han preparado a su hermana. Sabe que no es una buena idea, pero ante la insistencia de Bellamy y las verdaderas ganas que tiene en su interior de verla, aceptó a regañadientes.

Los nervios reinan por todo su cuerpo, interiormente se siente histérica, pero exteriormente debe disimularlo, ni Luna, ni Bellamy, ni ninguno de los allí presentes saben que ambas se conocen más de lo que todos creen, a excepción de una chica que no deja de mirarla desde que ha llegado, su cara le es familiar, pero no sabe muy bien de qué le suena.

Están en el G Lounge, Lexa no tiene ni idea de que esa tarde/noche no va a tener que trabajar, ya que Nathan, su jefe, ha cerrado el local a petición de Bellamy, para poder realizar la fiesta sorpresa allí. Bellamy presenta encantado a Clarke a todo el mundo, a Nathan, a algunos familiares y a varios conocidos de Lexa que se encuentran en el local.

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