56. How would you feel...

9.2K 462 220
                                    






Lexa lleva semanas comiéndose la cabeza para que todo salga perfecto, es el segundo San Valentín que van a compartir juntas, y quiere que Clarke no lo olvide jamás. Y aunque la ojiverde nunca ha creído mucho en este tipo de celebraciones, sabe que para Clarke es un día especial, así que esta vez no quiere nada de aburridas cenas en Infinity como en su primer San Valentín, esta vez quiere que todo sea más íntimo, ellas dos, una cena romántica a la luz de las velas en su casa, con la comida cocinada por ella misma, un ambiente perfecto para llevar a cabo el plan que tiene en mente desde hace un tiempo. Y es que esos más de dos años que llevan juntas, han sido los mejores de su vida, han tenido sus altibajos como todas las parejas, pero hasta sus discusiones, hasta cualquier pequeño enfado, así como los momentos más buenos junto a su rubia, los guarda en la memoria como la vida y los recuerdos que jamás pensó vivir y que ahora la hacen inmensamente feliz. Y es que por mucho que Lexa antes no creía en muchas cosas, desde que conoce a Clarke, todo eso ya no importa, ella le ha enseñado que sí, que el amor existe, que existe esa posibilidad de encontrar a alguien que desmorone tu mundo y todos tus ideales, que existe ese alguien con el que quieres pasar el resto de tu vida, que existe ese gran amor del que muchos hablan que te hace quererlo todo junto a ella, y en este momento de su vida, está más segura que nunca de que ese alguien para ella es Clarke y quiere dar el siguiente paso.

Lo ha dejado todo arreglado en su exitoso restaurante para tener la tarde y la noche libres, ha comprado todo lo necesario sin que Clarke se entere, ya que la rubia, para poder tener esa noche libre, tiene que trabajar en el turno diurno en comisaría, un turno que acaba a las 9, lo que le da tiempo suficiente para preparar hasta el mínimo detalle.

Ya tiene cocinada su especialidad, espaguetis a la carbonara made in Lexa, aunque ahora son más especiales porque llevan ese toque de orégano que Clarke le recomendó hace tiempo, un pequeño y sabroso toque que ha hecho que su simple especialidad, se convierta en el plato favorito de las dos, ya que ahora son los espaguetis made in Lexa con un toque de Clarke.

Prepara la mesa en el comedor, con unas velas rojas, un mantel blanco, un montón de pétalos de rosa repartidos entre la mesa, las sillas y el suelo, los platos y cubiertos perfectamente colocados, la música ambiental más romántica que ha encontrado y un montón de velas más de color rojo repartidas por la estancia que Lexa empieza a encender cuando quedan escasos cinco minutos para que Clarke llegue a casa. La rubia piensa que van a salir a cenar fuera, así que Lexa espera nerviosa frente a la puerta, vestida con el mismo traje chaqueta que usó aquella noche en Barcelona en la que compartieron tantas confesiones y en la que ambas se dijeron por primera vez que se querían en voz alta.

Cuando escucha las llaves girar, siente como su corazón se acelera, y es que lo único que quiere es que todo salga bien, que a Clarke le guste la sorpresa y la mire con esos ojos azules llenos de felicidad en los que le encanta derretirse.

En cuanto Clarke abre la puerta y se encuentra la estancia iluminada por la tenue luz de las numerosas velas, y su resplandeciente novia mirándola con una amplia sonrisa, vestida con ese traje que le queda tan seductoramente sexy y le trae tantos buenos recuerdos, siente como todo su cuerpo tiembla de emoción, y es que ya hace unos meses que la Lexa romántica no hacía su aparición, y verla ahí, con todo lo que ha preparado solo para ella, la acaba de dejar un poco en shock.

- Feliz San Valentín, cariño – Lexa se acerca a ella, dándole un tierno beso en los labios.

- ¿Y esto? Pensaba que iríamos a cenar fuera – sonríe sobre sus labios cuando Lexa roza su nariz con la suya al separar el beso.

- No me apetecía compartirte con nadie esta noche – la agarra por la cintura con ambas manos empujándola hacia su cuerpo, volviendo a besarla, esta vez con más pasión, empezando a batallar con su lengua en su boca, intensificando el beso hasta subir la temperatura corporal de Clarke con tan solo ese breve intercambio de saliva – tienes un vestido esperándote arriba sobre la cama – susurra en su oído.

Adicción ProhibidaWhere stories live. Discover now